miércoles, 29 de noviembre de 2017

¿Cuándo “interviene” Dios?

En el mundo de los deportes, el árbitro se ocupa de velar por el cumplimiento de las reglas, a veces simplemente da la orden de iniciar el juego y luego observa la competencia para que todo fluya como es debido, otras veces debe intervenir constantemente: para señalar alguna falta cometida, indicar la reanudación del partido, llamar un receso, Etc. Algunos creyentes tienen la idea de que Dios es un árbitro que está observando el juego y luego, cuando ellos oran y piden su intervención, entonces Dios decide intervenir para cambiar las cosas a su favor. Pero, ¿qué dicen las escrituras? La Biblia nos enseña que aún los cabellos de nuestras cabezas están todos contados, que ni siquiera una simple avecilla cae al suelo si Dios no otorga su consentimiento y que no debemos temer, porque nosotros valemos más que muchas de ellas (Mateo 10:29-31). ¿Qué quiere decir esto?, pues que todo lo que ocurre, incluyendo aquello que desaprobamos, fue primero autorizado por el Señor Todopoderoso. Ahora bien, cuando el ser humano se encuentra en momentos de angustia y sufrimiento tiende a enfocarse en lo que está padeciendo en el plano físico y, olvidando que es un ser espiritual, busca con desesperación salir de aquello que le atormenta y olvida que Dios tiene absolutamente todo bajo su dominio y que solamente debe mantener su confianza en Él para que todas las cosas obren para bien. Luego llega el momento en que el asunto queda resuelto y hay quienes atribuyen la solución a sus oraciones, mas, la única verdad es que Dios no interviene en un momento determinado sino que él está presente todo el tiempo y todo lo que ha sucedido es porque el Creador del mundo lo ha consentido. Que lo sepa toda la gente, Jehová es omnipresente.