miércoles, 2 de diciembre de 2020

Bendición o maldición… tú eliges.

Sé de personas que vive tranquila y feliz con lo que tiene, que agradece la oportunidad de ver un día nuevo, de servir a los demás, de ser instrumento de paz y armonía… de sentirse pleno. Por otro lado, escucho a gente quejarse de su suerte, declarar que la vida es sufrimiento y dolor, contaminar de amargura todo lo que le rodea. Y yo os digo: ambos tipos de personas habitan en el mismo ambiente, en la misma tierra y aun en la misma ciudad, sólo que cada cual ha decidido en qué creer, a cual Dios servir, a qué dedicará el tiempo de su vida. Servir a Dios es confiar en sus caminos y seguirlos como siguen los niños inocentes a sus padres, sin pensar en desviarse ni a la derecha ni a la izquierda… ese es un camino de bendición. Cualquier otro camino que separe tu corazón del Creador también te separa de su bendición…es tu propia decisión. ¡Tú eliges!


martes, 1 de diciembre de 2020

La victoria proviene de Dios.

Si algún lugar crees haber alcanzado en esta vida debes sentirte agradecido porque Dios así lo ha querido: Él es quien dicta las pautas y concede el premio a quien decide otorgárselo, porque ¿con cuáles fuerzas humanas puede el hombre contravenir los designios del Creador? Tantas metas ha propuesto el hombre sin poderlas lograr: a estas alturas el hombre suponía que podría viajar a su antojo por el universo y todavía no ha podido siquiera conocer por entero el Sistema Solar donde habitamos; que seríamos capaces de vencer las enfermedades y todavía no podemos curar una simple gripe; que dominarían el mundo de las comunicaciones y hoy en día ni siquiera el hombre puede comunicarse efectivamente con su propio hijo, con su pareja, su hermano o con sus pares… y somos tan distintos aunque somos tan iguales. La humanidad alcanzará las metas grandes y pequeñas de la vida cuando reconozca abiertamente que existe un Creador que ha dispuesto las cosas para que la victoria llegue a los que lo buscan de corazón… con un corazón limpio y sincero.


domingo, 15 de noviembre de 2020

Lo que Dios ha bendecido.


La comprensión finita del ser humano no alcanza a descifrar el misterio divino de la creación, la ciencia descarta siquiera incursionar en tal comprensión pues su método es inútil para verificar algo que sobrepasa  ilimitadamente sus más altos preceptos y enunciados. Es el amor de Dios, su bendición, su gracia y misericordia. En las escrituras vemos ejemplos palpables de lo que sucede hoy en día con respecto a gente que siendo  testigos de la magnificencia de Dios carece de entendimiento debido a la obnubilación de sus pensamientos. En el capítulo 23 del libro de Números podemos leer como Balac, rey de Moab, pidió incesantemente al adivino  Balaam que maldijera a Israel, pero este sólo pudo bendecirlo una y otra vez, incluso muy a su propio pesar, ya que la ambición de este último habría querido congraciarse con Balac. Así vive la gente hoy en día, queriendo maldecir lo que Dios ha bendecido… ¡Tontos e inútiles sois! ¿Qué no son capaces de asimilar que jamás podrán maldecir lo que Dios ha bendecido! ¿Por qué permiten que la envidia os corroa! Esto es sencillo… el pueblo bendecido de Dios seguirá creciendo y reflejando en su andar la infinita bendición del Creador. No porque lo merezcan, no por haberlo ganado, esto es así porque así el Todopoderoso lo ha decidido…  nadie puede maldecir lo que Dios ha bendecido.

 

Escuchando al Creador.

 

La  omnipotencia de Dios se manifiesta en que Él está atento al accionar del universo y escucha las peticiones de su pueblo. Dios quiere complacer a sus hijos, quiere darle todo lo que ellos le piden, pero sólo si a estos le conviene, aunque en ocasiones les concede las cosas que no les son propicia porque sus hijos piden con insistencia y eso quiere decir que no están confiando plenamente en él. Eso sucedió cuando el pueblo de Israel pidió tener un rey en vez de un hombre de Dios como dirigente… y Dios se lo concedió, aun sabiendo que con Saúl como rey no le iría tan bien a Israel.

A menudo todo lo que hace falta es saber escuchar lo que Dios nos está diciendo, abrir nuestros corazones y sentir cuál es el camino correcto, el que más nos conviene, el que Dios ha diseñado para nosotros. Pero si nos empecinamos en hacer lo que queremos y no lo que nos conviene, como ocurre con frecuencia al ser humano, posiblemente no estemos tomando la mejor decisión. Eso le ocurrió a Balaam cuando la gente de Moab fue a pedirle que maldiga a Israel y él quiso consultar a Dios una y otra vez sobre ese tema a pesar de que desde el principio el Señor le dijo que Israel era un pueblo bendito (Números, capt. 22). Debemos aprender a escuchar al Creador.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

¿Dónde están los gigantes?

Hay gente que donde quiera que va o quiere ir lo primero que ve son las adversidades que él o ella cree que enfrentará. Puede sonar ilógico y algo absurdo, pero es la realidad de mucha gente que vive bajo el temor de la derrota, y de ese modo determina que siempre habrá de ser un perdedor o una perdedora. Las causas por la que esto ocurre son múltiples y variadas: pueden haber aprendido de sus padres ese comportamiento derrotista, quizás la gente con quien se codea diariamente influye para que así sea, probablemente esa persona ha tenido una o dos derrotas en la vida y teme seguir siendo derrotado, y en el peor de los casos el sujeto tiene muy baja autoestima y se cree bueno para nada. En ocasiones la persona derrotista tiene todo a su favor y pretende ignorarlo. Es lo mismo que le pasó a los israelitas cuando llegaron a la tierra prometida y enviaron 12 espías a explorarla, regresando estos con presagios pesimistas y llenos de pavor ante lo que vieron. Solamente dos de ellos llamados Caleb y Josué intentaron convencer al pueblo de que ellos podían vencer a la gente de aquella tierra. (Números capítulos 13 y 14). Tuvieron que rodar por el desierto 40 años por miedo a unos supuestos gigantes que vieron sus espías. 

Si eres de los que ves gigantes por doquier y el futuro te llena de miedo, te invito a que veas la realidad de las cosas: tu mejor herramienta es la confianza en el Señor Todopoderoso, lo segundo es que pensar en forma relajada y positiva te ayudará a ver todo con más claridad, y tercero, la humanidad necesita que seamos valientes para seguir derrotando a todos los enemigos que encontraremos en el camino. ¡Esfuérzate y sé valiente! ¡Dios está contigo!

domingo, 24 de mayo de 2020

Decirte que Dios te ama.

Si dedico parte de mi tiempo a pensar en quién creerá las palabras de fe que predico, las buenas nuevas que comparto, el bienestar que deseo transmitir a través del mensaje de salvación, es posible que invierta tiempo en algo sin sentido y al final corro el riesgo de pensar erróneamente que la gente de hoy no tiene fe, que no le importa la salvación, que no tiene temor de Dios, y otras sandeces sin importancia. Me ha sido encomendada una labor y eso es todo lo que importa, debo llevar el mensaje de salvación: decirte que Jesús murió en la cruz por ti, que el amor del Padre celestial es infinito y quiere tenerte a su lado, que el Espíritu Santo es tu consuelo verdadero y sólo espera que le concedas el permiso de entrar a tu corazón… eso es todo lo que importa. No está en mí el calcular cuántos de mis amigos y allegados aceptarán este mensaje de salvación, tampoco es mi trabajo decidir si debo predicar a extraños o conocidos, mi labor es cumplir con lo que me ha sido encomendado… decirte que el Creador te ama y desea que te arrepientas de tus pecados y aceptes a su hijo Jesucristo en tu corazón como Señor y salvador para que seas salvo por toda la eternidad.

miércoles, 6 de mayo de 2020

La ignorancia manipulada.


Algunas personas ven los relatos bíblicos como si fueran fábulas fantásticas que el hombre inventó: unos lo hacen por incredulidad, otros por temor a que todo sea verdad y deban reconocer lo lejos que están de obedecer los designios del Creador, otros porque no les interesa y muchos otros por simple ignorancia, por no poseer la capacidad mental para escudriñar y entender las escrituras. Dentro de este contexto también están los aprovechados que se escudan en la Biblia para satisfacer sus propios intereses: son mercaderes de la fe que utilizan la ignorancia del pueblo para vender a los ingenuos e ignorantes feligreses una verdad que jamás podrán comprender por ellos mismos a menos que hagan lo que dice la palabra de Dios… “¡Escudriñad las escrituras!”. Otros mercaderes de humanos utilizan la ignorancia o hasta la propia Biblia para intimidar a los hombres y hacerles creer que son menos que nada y por consiguiente no merecen verse a sí mismos como personas de valor merecedores de todo lo mejor que este mundo físico y el mundo espiritual les quiere regalar. A ti que estás leyendo y estás comprendiendo lo que te digo en este escrito, a ti te digo: a nosotros nos toca la tarea de educar al pueblo para que ellos mismos tengan un criterio que les permita encontrar el camino a la liberación. Si te conformas con interpretar las escrituras a tu manera y no contribuyes a que el pueblo las entienda y las analice desde la óptica de cada cual, entonces estarás haciendo lo mismo que hacían los fariseos, mercaderes de la fe, lo mismo que hacen los fariseos religiosos de todo tipo de secta o denominación religiosa que sólo está interesada en manipular al pueblo para aprovecharse de su ignorancia. Si crees que vas bien, sigue ese camino.