miércoles, 22 de enero de 2014

Daniel. Capítulo 9.

Oración de Daniel por su pueblo


9 En el primer año de Darío hijo de Asuero, del linaje de los medos, el cual llegó a ser rey sobre el reino de los caldeos; 2 en el primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí de los libros que, según la palabra de Jehovah dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de durar la desolación de Jerusalén sería setenta años.

3 Entonces volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, con ayuno, cilicio y ceniza. 4 Oré a Jehovah mi Dios e hice confesión diciendo: "¡Oh Señor, Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos: 5 Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente; hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus decretos. 6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre han hablado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. 7 Tuya es, oh Señor, la justicia; y nuestra es la vergüenza del rostro, como en el día de hoy; de los hombres de Judá, de los habitantes de Jerusalén, de todo Israel, de los de cerca y de los de lejos, en todas las tierras a donde los has echado a causa de su rebelión con que se han rebelado contra ti. 8 Oh Señor, nuestra es la vergüenza del rostro; de nuestros reyes, de nuestros gobernantes y de nuestros padres; porque hemos pecado contra ti. 9 Del Señor nuestro Dios son el tener misericordia y el perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él, 10 y no hemos obedecido la voz de Jehovah nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 11 Todo Israel ha transgredido tu ley, apartándose para no escuchar tu voz. Por ello han sido derramados sobre nosotros la maldición y el juramento que están escritos en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él. 12 Y él ha confirmado su palabra que habló contra nosotros y contra nuestros magistrados que nos gobernaban, trayendo sobre nosotros tan grande mal. Porque nunca se había hecho bajo el cielo un mal como el que se ha hecho a Jerusalén. 13 Como está escrito en la ley de Moisés, todo este mal nos ha sobrevenido, y no hemos implorado el favor de Jehovah nuestro Dios, volviéndonos de nuestras maldades y prestando atención a tu verdad. 14 Por tanto, Jehovah ha tenido presente el hacer este mal y lo ha traído sobre nosotros. Porque Jehovah nuestro Dios es justo en todas las obras que ha hecho; sin embargo, no hemos obedecido su voz.

15 "Ahora pues, oh Señor Dios nuestro -que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto y te hiciste de renombre, como en este día-, hemos pecado; hemos actuado impíamente. 16 Oh Señor, conforme a tu justicia, apártense, por favor, tu ira y tu furor de sobre Jerusalén, tu ciudad, tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo han sido entregados a la afrenta en medio de todos los que nos rodean. 17 Ahora pues, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus ruegos, y por amor de ti mismo, oh Señor, haz que resplandezca tu rostro sobre tu santuario desolado. 18 Inclina, oh Dios mío, tu oído y escucha; abre tus ojos y mira nuestros lugares desolados y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre. Porque no estamos presentando nuestros ruegos delante de ti, confiados en nuestras obras de justicia, sino en tu gran misericordia. 19 Escucha, oh Señor. Perdona, oh Señor. Atiende y actúa, oh Señor. Por amor de ti mismo no pongas dilación, oh Dios mío; porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre."

Profecía de las setenta semanas


20 Aún estaba yo hablando y orando -confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, presentando mi ruego delante de Jehovah mi Dios por el santo monte de mi Dios-; 21 aún estaba hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre al cual yo había visto en visión al principio, voló rápidamente y me tocó, como a la hora del sacrificio del atardecer.

22 Vino y habló conmigo diciendo: "Daniel, ahora he venido para iluminar tu entendimiento. 23 Al principio de tus ruegos salió la palabra, y yo he venido para declarártela, porque tú eres muy amado. Entiende, pues, la palabra y comprende la visión: 24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar con la transgresión, para acabar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo. 25 Conoce, pues, y entiende que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; y volverá a ser edificada con plaza y muro, pero en tiempos angustiosos. 26 Después de las sesenta y dos semanas, el Mesías será quitado y no tendrá nada; y el pueblo de un gobernante que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Con cataclismo será su fin, y hasta el fin de la guerra está decretada la desolación. 27 Por una semana él confirmará un pacto con muchos, y en la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Sobre alas de abominaciones vendrá el desolador, hasta que el aniquilamiento que está decidido venga sobre el desolador."

Daniel. Capítulo 10.


Visión del hombre vestido de lino



10 En el tercer año de Ciro, rey de Persia, fue revelada la palabra a Daniel, cuyo nombre era Beltesasar. La palabra era verídica, y el conflicto grande. Comprendió la palabra y tuvo entendimiento de la visión:


2 En aquellos días yo, Daniel, estaba de duelo durante tres semanas. 3 No comí manjares delicados, ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí con aceite, hasta que se cumplieron tres semanas.


4 En el día 24 del mes primero, estaba yo a la orilla del gran río Tigris. 5 Entonces alcé mis ojos y miré, y he aquí un hombre vestido de lino, cuyos lomos estaban ceñidos con oro de Ufaz. 6 Su cuerpo era como crisólito, y su rostro como el aspecto del relámpago. Sus ojos eran como antorchas de fuego, y sus brazos y sus piernas como bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.


7 Sólo yo, Daniel, vi la visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo. Sin embargo, cayó sobre ellos gran temor, y huyeron para esconderse. 8 Yo, pues, quedé solo y vi esta gran visión. No quedaron fuerzas en mí; más bien, mi vigor se convirtió en debilidad, y no retuve mi fuerza. 9 Luego oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí adormecido sobre mi rostro, con mi rostro en tierra.


Revelación del conflicto celestial



10 Entonces he aquí, una mano me tocó e hizo que temblando me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Y me dijo:


-Daniel, hombre muy amado, presta atención a las palabras que te hablaré. Ponte de pie, porque a ti he sido enviado ahora.


Mientras hablaba conmigo, me puse de pie temblando. 12 Y me dijo:


-Daniel, no temas, porque tus palabras han sido oídas desde el primer día que dedicaste tu corazón a entender y a humillarte en presencia de tu Dios. Yo he venido a causa de tus palabras. 13 El príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme; y quedé allí con los reyes de Persia. 14 He venido, pues, para hacerte entender lo que ha de acontecer a tu pueblo en los últimos días; porque la visión es aún para días.


15 Mientras hablaba conmigo tales palabras, puse mi rostro en tierra y enmudecí. 16 Pero he aquí que alguien semejante a un hijo del hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé; dije a aquel que estaba delante de mí:


-Señor mío, junto con la visión me han sobrevenido dolores y no me han quedado fuerzas. 17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque desde ahora me faltan las fuerzas, y no me ha quedado aliento.


18 Entonces aquel que era semejante a un hombre me tocó otra vez, y me fortaleció. 19 Y me dijo:


-Hombre muy amado, no temas; la paz sea contigo. Esfuérzate y sé valiente.


Mientras hablaba conmigo, recobré el vigor y dije:


-Hable mi señor, porque me has fortalecido.


20 Y dijo:


-¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para combatir con el príncipe de Persia. Y cuando yo haya concluido, he aquí que viene el príncipe de Grecia. 21 Pero te voy a declarar lo que está registrado en el libro de la verdad. Ninguno hay que me apoye contra éstos, sino sólo Miguel, vuestro príncipe.


Daniel. Capítulo 11.

11 »Y yo, en el primer año de Darío de Media, me puse a su lado para apoyarle y fortalecerle.

Supremacía de los reyes del sur


2 »Ahora yo te declararé la verdad: He aquí que se levantarán tres reyes más en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas, más que todos. Y cuando se haya fortalecido con sus riquezas, agitará a todos contra el reino de Grecia. 3 Entonces se levantará un rey valiente, el cual dominará con gran dominio y hará según su propia voluntad. 4 Pero cuando haya prevalecido, su reino será quebrantado y repartido por los cuatro vientos del cielo; pero no a sus descendientes, ni según el dominio con que él había dominado, porque su reino será arrancado y será para otros aparte de éstos.

5 »El rey del sur se hará fuerte, pero uno de sus príncipes se hará más fuerte que él y dominará con un dominio mayor que el de aquél. 6 Al cabo de unos años harán alianza, y la hija del rey del sur irá al rey del norte para realizar el convenio. Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, ni tampoco prevalecerá él ni su descendencia. Pero en aquel tiempo ella será entregada, junto con los que la habían traído, y con su progenitor y sus partidarios.

7 »Entonces un renuevo de las raíces de ella se levantará en su lugar. Vendrá con un ejército y entrará en la fortaleza del rey del norte. El hará con ellos según su deseo y predominará. 8 Y aun llevará cautivos a Egipto los dioses de ellos, con sus imágenes y con sus utensilios preciosos de plata y de oro. Durante algunos años él se mantendrá a distancia del rey del norte. 9 Entonces éste invadirá el reino del sur, pero se volverá a su propia tierra. 10 Luego sus hijos se alistarán para la guerra y reunirán un ejército de una multitud de soldados que vendrá con su gran fuerza. Inundará, pasará y volverá; llevará la guerra hasta su fortaleza. 11 Por esto se enfurecerá el rey del sur y saldrá para combatir contra el rey del norte. Este se pondrá en campaña con una gran multitud, pero toda aquella gran multitud será entregada en su mano. 12 Y al llevar en cautiverio a la multitud, su corazón se enaltecerá. Derribará a muchos miles, pero no prevalecerá.

Surgimiento de los reyes del norte


13 »El rey del norte volverá a poner en campaña una multitud mayor que la primera vez, y al cabo de unos años vendrá con un gran ejército y con abundantes recursos. 14 En aquellos tiempos se levantarán muchos contra el rey del sur; y hombres violentos de tu pueblo se rebelarán cumpliendo la visión, pero fracasarán. 15 Vendrá, pues, el rey del norte, levantará terraplenes y tomará la ciudad fortificada. Las fuerzas del sur no resistirán; ni siquiera sus tropas escogidas podrán resistir. 16 El que vaya contra él hará según su voluntad; no habrá quien resista ante él. Estará en la tierra gloriosa, la cual será consumida bajo su poder. 17 Luego se dispondrá para venir con el poder de todo su reino y hará convenios con aquél. Le dará una hija de las mujeres para destruirlo, pero no permanecerá ni tendrá resultado.

18 »Después volverá su rostro hacia las costas y tomará muchas de ellas, pero un gobernante pondrá freno a su afrenta y volverá su afrenta sobre él. 19 Luego volverá su rostro hacia las fortalezas de su tierra; pero tropezará y caerá, y no será hallado más.

20 »Entonces le sucederá en el trono uno que hará pasar un exactor por lo mejor del reino. Pero en pocos días será quebrantado, no con ira ni en batalla.

21 »Le sucederá en su lugar un hombre vil, al cual no se ha dado el esplendor del reino. Habiendo tranquilidad, vendrá y tomará el reino con intrigas. 22 Y las fuerzas serán completamente arrasadas y quebrantadas delante de él, inclusive el príncipe del pacto. 23 Y después que hayan hecho alianza con él, hará engaño: Subirá y saldrá vencedor con poca gente. 24 Y habiendo tranquilidad, entrará en las partes más fértiles de la provincia y hará lo que no hicieron sus padres, ni los padres de sus padres: A sus soldados les repartirá despojo, botín y riquezas; y contra las fortalezas maquinará planes, aunque sólo por un tiempo. 25 Despertará sus fuerzas y su corazón contra el rey del sur, con un gran ejército.

»El rey del sur se alistará para la guerra con un ejército grande y muy fuerte; pero no prevalecerá, porque le harán traición. 26 Aun los que comen de su pan le quebrantarán. Su ejército será destruido, y muchos caerán muertos. 27 El corazón de estos dos reyes estará dispuesto para hacer el mal, y en la misma mesa hablarán mentira. Pero no servirá de nada, porque el final del tiempo señalado aún no habrá llegado. 28 El volverá a su tierra con gran riqueza, y su corazón estará contra el pacto santo. Hará su voluntad y se volverá a su tierra.

29 »Al tiempo señalado volverá al sur, pero esta vez no le sucederá como en la primera, 30 porque contra él vendrán naves de Quitim, y él se desanimará. Volverá y se enfurecerá contra el pacto santo y hará su voluntad. Volverá, pues, y se las entenderá con los que han abandonado el pacto santo.

El rey del norte profana el templo


31 »Entonces se levantarán tropas de su parte y contaminarán el santuario, la fortaleza. Quitarán el sacrificio continuo y pondrán la abominación desoladora. 32 Con lisonjas hará pecar a los que violan el pacto, pero el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará. 33 Los sabios del pueblo darán sabiduría a muchos, pero caerán a espada y a fuego, en cautividad y despojo por algunos días. 34 Y cuando caigan, serán ayudados con poca ayuda; y muchos se juntarán a ellos con lisonjas. 35 Algunos de los sabios caerán para ser purificados, limpiados y emblanquecidos hasta el tiempo señalado; porque aún hay plazo para éstos.

36 »El rey hará su voluntad. Se ensoberbecerá y se engrandecerá sobre todo dios. Contra el Dios de dioses hablará cosas sorprendentes. Será prosperado hasta que sea consumada la ira, porque lo que está determinado se cumplirá. 37 No hará caso del dios de sus padres, ni del más apreciado por las mujeres. No hará caso de dios alguno, porque se engrandecerá sobre todo. 38 Más bien, honrará al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron. Lo honrará con oro, plata, piedras preciosas y con cosas de gran precio. 39 Con un dios extraño actuará contra las fortalezas más fuertes y hará crecer en gloria a los que lo reconozcan. Les dará dominio sobre muchos, y por precio repartirá la tierra.

El final del rey del norte


40 »Pero al cabo del tiempo, el rey del sur le atacará. Y el rey del norte embestirá contra él como tempestad, con carros, gente de a caballo y muchos navíos. Entrará por las tierras, inundará y pasará. 41 Entonces penetrará en la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán. Pero Edom, Moab y la mayoría de los hijos de Amón escaparán de su mano. 42 Asimismo, extenderá su mano a las otras tierras, y la tierra de Egipto no escapará. 43 Se apoderará de los tesoros de oro y de plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de Libia y de Etiopía estarán a sus pies. 44 Pero las noticias del oriente y del norte lo espantarán. Saldrá con gran ira para destruir y aniquilar a muchos. 45 Instalará sus tiendas reales entre los mares, y en el glorioso monte santo. Entonces llegará a su fin y no tendrá quien le ayude.

Daniel. Capítulo 12.

La liberación de Israel


12 »En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está del lado de los hijos de tu pueblo. Será tiempo de angustia, como nunca fue desde que existen las naciones hasta entonces. Pero en aquel tiempo tu pueblo será librado, todos aquellos que se encuentren inscritos en el libro. 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y eterno horror. 3 Los entendidos resplandecerán con el resplandor del firmamento; y los que enseñan justicia a la multitud, como las estrellas, por toda la eternidad. 4 Pero tú, oh Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de un lado para otro, y se incrementará el conocimiento.

Revelación del hombre vestido de lino


5 Yo, Daniel, miré, y he aquí que dos estaban de pie, uno de este lado en la orilla del río, y el otro al otro lado en la orilla del río. 6 Entonces dije al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río:

-¿Cuándo será el final de estas cosas sorprendentes?

7 Escuché al hombre vestido de lino que estaba sobre las aguas del río, quien alzó su mano derecha y su mano izquierda al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Todas estas cosas se cumplirán cuando se acabe el quebrantamiento de la fuerza del pueblo santo. 8 Yo escuché, pero no entendí. Y dije:

-Señor mío, ¿cuál será el final de estas cosas?

9 Y él dijo:

-Anda, Daniel; estas cosas están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán limpiados, emblanquecidos y purificados; pero los impíos obrarán impíamente, y ninguno de ellos entenderá. Pero los sabios, sí entenderán. 11 Desde el tiempo en que sea quitado el sacrificio continuo hasta la abominación desoladora, habrá 1.290 días. 12 ¡Bienaventurado el que espere y llegue hasta 1.335 días! 13 Pero tú, continúa hasta el fin, y descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.

Reina-Valera Actualizada,

 1989.

jueves, 16 de enero de 2014

Libro del profeta Oseas. Capítulo 1.

El Libro del Profeta Oseas La tragedia de la infidelidad 1 La palabra de Jehovah que vino a Oseas hijo de Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel. 2 El principio de la palabra de Jehovah por medio de Oseas. Jehovah dijo a Oseas: "Vé, toma para ti una mujer dada a la prostitución, e hijos de prostitución; porque la tierra se ha dado enteramente a la prostitución, apartándose de Jehovah." 3 Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. 4 Entonces Jehovah le dijo: "Ponle por nombre Jezreel, porque dentro de poco yo castigaré a la casa de Jehú por los hechos de sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel. 5 Sucederá en aquel día que yo quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel." 6 Ella concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y Dios le dijo: "Ponle por nombre Lo-rujama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, y no la soportaré más. 7 Pero de la casa de Judá tendré misericordia y los salvaré por Jehovah su Dios. No los libraré con arco, ni con espada, ni con guerra, ni con caballos y jinetes." 8 Después de destetar a Lo-rujama, concibió y dio a luz un hijo. 9 Y Dios le dijo: "Ponle por nombre Lo-ammí, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo soy vuestro Dios. 10 "No obstante, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y sucederá que en lugar de lo que se les dijo: ’Vosotros no sois mi pueblo’, se les dirá: ’Hijos del Dios viviente.’ 11 Los hijos de Judá y de Israel serán congregados en uno y nombrarán para sí un solo jefe. Y subirán de la tierra, porque grande será el día de Jezreel.

Oseas. Capítulo 2.

2 1 "Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Rujama. Jehovah castiga a su pueblo infiel 2 "¡Acusad a vuestra madre, acusadla! Porque ella ya no es mi mujer, ni yo soy su marido. Que quite sus fornicaciones de delante de su cara y sus adulterios de entre sus pechos. 3 No sea que yo la desnude por completo y la ponga como en el día en que nació. No sea que la vuelva como un desierto, que la deje como una tierra reseca y la mate de sed. 4 Tampoco me compadeceré de sus hijos, porque son hijos de prostitución. 5 Porque su madre se prostituyó; la que los concibió actuó desvergonzadamente, porque dijo: ’Iré tras mis amantes que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.’ 6 Por tanto, he aquí que yo obstruyo su camino con espinos, y reforzaré su vallado, de manera que ella no encuentre sus senderos. 7 Ella irá tras sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará. Entonces dirá: ’Iré y me volveré a mi primer marido, porque mejor me iba antes que ahora.’ 8 "Pero ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite. Yo le di abundancia de plata y de oro, que ellos usaron para Baal. 9 Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino en su época, y quitaré mi lana y mi lino que cubren su desnudez. 10 Ahora pondré al descubierto su locura ante los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano. 11 Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades. 12 Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: ’Son la paga que me han dado mis amantes.’ Yo las reduciré a matorral, y se las comerán los animales del campo. 13 La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí", dice Jehovah. Jehovah restaurará a su pueblo 14 "Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. 15 Y desde allí le daré sus viñas, y el valle de Acor será como puerta de esperanza. Allí me responderá como en los días de su juventud, y como en el día en que subió de la tierra de Egipto. 16 Sucederá en aquel día, dice Jehovah, que me llamarás: ’Marido mío’; y nunca más me llamarás: ’Señor mío.’ 17 Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados sus nombres. 18 "En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la guerra en la tierra. Y les haré dormir seguros. 19 "Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en lealtad y compasión. 20 Yo te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehovah. 21 Y sucederá en aquel día, dice Jehovah, que responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. 22 La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite; y éstos responderán a Jezreel. 23 Yo la sembraré para mí en esta tierra, y tendré compasión de Lo-rujama. Diré a Lo- ammí: ’¡Pueblo mío eres tú!’, y él dirá: ’¡Dios mío!’ "

Oseas. Capítulo 3.

Amor de Oseas por su mujer infiel 3 Jehovah me dijo de nuevo: "Vé, ama a una mujer que ama a un amante y comete adulterio. Ámala con un amor como el de Jehovah por los hijos de Israel, a pesar de que ellos miran a otros dioses y aman las tortas de pasas." 2 Entonces la compré por quince piezas de plata, y un homer y medio de cebada. 3 Y le dije: "Te quedarás conmigo muchos años. No te prostituirás ni serás de otro hombre; lo mismo haré yo contigo." 4 Porque muchos años estarán los hijos de Israel sin rey, ni gobernante, ni sacrificio, ni piedras rituales, ni efod, ni ídolos domésticos. 5 Después volverán los hijos de Israel y buscarán a Jehovah su Dios y a David, su rey. Temblando acudirán a Jehovah y a su bondad en los días postreros.

Oseas. Capítulo 4.

Corrupción del pueblo y del sacerdote 4 Oíd la palabra de Jehovah, oh hijos de Israel: "Jehovah tiene pleito con los habitantes de la tierra, porque no hay en la tierra verdad, ni lealtad, ni conocimiento de Dios. 2 El perjurar, el engañar, el asesinar, el robar y el adulterar han irrumpido. Uno a otro se suceden los hechos de sangre. 3 Por eso la tierra está de duelo, y todo habitante de ella desfallece junto con los animales del campo y las aves del cielo. Aun los peces del mar perecen. 4 "Nadie contienda ni amoneste a ninguno, porque es contigo con quien tengo pleito, oh sacerdote. 5 Tropezarás, por tanto, en pleno día; también el profeta tropezará contigo en la noche. Y haré perecer a tu madre. 6 "Mi pueblo es destruido porque carece de conocimiento. Porque tú has rechazado el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque te has olvidado de la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos. 7 "Cuanto más se acrecentaron, más pecaron contra mí; por tanto, yo cambiaré su gloria en afrenta. 8 Comen las ofrendas por el pecado de mi pueblo, y apetecen su iniquidad. 9 Como es el pueblo, así es el sacerdote. Le castigaré por sus caminos y le pagaré conforme a sus obras. 10 Ellos comerán, pero no se saciarán; fornicarán, pero no se multiplicarán; porque dejaron de escuchar a Jehovah. 11 "La fornicación, el vino y el mosto arrebatan el entendimiento. 12 Mi pueblo consulta a su ídolo de madera, y su palo le declara; porque el espíritu de prostitución le ha engañado, y se prostituyen debajo de su dios. 13 Sobre las cumbres de los montes ofrecen sacrificios y queman incienso sobre las colinas, debajo de las encinas, de los álamos y de los olmos, que tienen buena sombra. Por tanto, vuestras hijas se prostituirán, y vuestras nueras cometerán adulterio. 14 No castigaré a vuestras hijas cuando se prostituyan, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio. Porque los hombres se apartan con las prostitutas y ofrecen sacrificios con las prostitutas sagradas. Por tanto, el pueblo sin entendimiento se arruina. 15 "Si tú te prostituyes, oh Israel, ¡que Judá no sea culpable! No entréis a Gilgal, ni subáis a Bet-avén, ni juréis: ’¡Vive Jehovah!’ 16 Porque Israel es obstinado como una vaca obstinada: ¿Los apacentará Jehovah ahora, como a un cordero en un lugar espacioso? 17 "Efraín se ha apegado a los ídolos. ¡Déjalo! 18 Aunque se haya terminado su orgía, se siguen prostituyendo. Sus gobernantes aman mucho lo que avergüenza. 19 El viento los arrollará en sus alas, y se avergonzarán de sus altares.

Oseas. Capítulo 5.

Contra los sacerdotes y los dirigentes 5 "Oh sacerdotes, escuchad esto; estad atentos, oh casa de Israel; prestad atención, oh casa del rey. Porque contra vosotros es el juicio, pues habéis sido trampa en Mizpa y red extendida sobre el Tabor. 2 Han profundizado la fosa de Sitim; por tanto, yo los castigaré a todos. 3 Yo conozco a Efraín, e Israel no está escondido de mí. Tú, oh Efraín, te has prostituido; Israel se ha contaminado. 4 Sus obras no les permiten volver a su Dios, porque hay espíritu de prostitución en medio de ellos, y no conocen a Jehovah. 5 La soberbia de Israel le acusará en su misma cara. Israel y Efraín tropezarán en su pecado. Judá también tropezará con ellos. 6 Con sus ovejas y sus vacas andarán buscando a Jehovah, pero no le encontrarán. El se ha apartado de ellos. 7 A Jehovah han traicionado, porque han engendrado hijos ilegítimos. Ahora los devorará la luna nueva, junto con sus parcelas. 8 "¡Tocad la corneta en Gabaa, la trompeta en Ramá! Gritad en Bet-avén: ’¡Tiembla, oh Benjamín!’ 9 Efraín será una desolación en el día del castigo. En las tribus de Israel hago conocer lo que es verdadero. 10 Los gobernantes de Judá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré mi ira sobre ellos como agua. 11 Efraín es oprimido y quebrantado en el juicio, porque quiso andar en pos de las vanidades. 12 Yo, pues, seré para Efraín como polilla, y como carcoma para la casa de Judá. 13 Efraín verá su enfermedad; y Judá, su llaga. Entonces Efraín irá a Asiria; enviará embajadores al gran rey. Pero él no os podrá sanar, ni os curará la llaga. 14 Porque yo seré para Efraín como un león, y como un cachorro de león para la casa de Judá: Yo mismo arrebataré y me iré; tomaré, y no habrá quien libre. 15 Voy a volverme a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro. Y en su angustia me buscarán con diligencia."

Oseas. Capítulo 6.

Llamado a la auténtica consagración 6 ¡Venid y volvámonos a Jehovah! Porque él arrebató, pero nos sanará; él hirió, pero nos vendará. 2 El nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará, y viviremos delante de él. 3 Conozcamos y persistamos en conocer a Jehovah. Segura como el alba será su salida; vendrá a nosotros como la lluvia; como la lluvia tardía, regará la tierra. 4 "¿Qué haré contigo, oh Efraín? ¿Qué haré contigo, oh Judá? Vuestra lealtad es como la nube de la mañana y como el rocío que muy temprano se desvanece. 5 Por esta razón yo los despedazaré por medio de los profetas; los mataré con los dichos de mi boca, y mi juicio saldrá como la luz. 6 Porque misericordia quiero yo, y no sacrificios; y conocimiento de Dios, más que holocaustos. Pecados pasados y actuales de Israel 7 "Pero ellos violaron el pacto, cual Adán. Allí me traicionaron. 8 Galaad es una ciudad de malhechores, y sus huellas son de sangre. 9 Como se esconden los merodeadores, así se esconden los sacerdotes. Asesinan en el camino de Siquem; ciertamente hicieron infamia. 10 En la casa de Israel he visto algo horrible. Allí se prostituyó Efraín; se contaminó Israel. 11 También para ti, oh Judá, está preparada una cosecha. "Cuando yo restaure de la cautividad a mi pueblo,

Oseas. Capítulo 7.

7 1 cuando yo cure a Israel, se pondrá al descubierto la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria; porque obran con engaño. Mientras el ladrón se mete adentro, la pandilla despoja afuera, 2 y no consideran en su corazón que yo mantengo el recuerdo de toda su maldad. ¡Ahora los tienen cercados sus propias acciones; están delante de mí! 3 "Con su maldad alegran al rey, y a los gobernantes con sus mentiras. 4 Todos ellos son adúlteros. Son como un horno encendido por el panadero que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que esté leudada. 5 En el día de nuestro rey, los gobernantes se enfermaron con el calor del vino; y él extendió su mano a los burladores. 6 Porque como un horno aplican su corazón a planear intrigas: Toda la noche dormita el furor de ellos, y al amanecer arde como llama de fuego. 7 Todos ellos arden como un horno y devoran a sus jueces. Todos sus reyes han caído; no hay entre ellos quien me invoque. 8 "Efraín se mezcla con los pueblos; Efraín es como una torta a la cual no se le ha dado la vuelta. 9 Los extraños han devorado sus fuerzas, pero él no se da cuenta. Aun las canas se han esparcido sobre él, pero él no se da cuenta. 10 La soberbia de Israel testifica contra él en su propia cara. Con todo eso, no se ha vuelto a Jehovah su Dios, ni lo ha buscado. 11 Efraín ha sido como una paloma, incauto y sin entendimiento, llamando a Egipto y acudiendo a Asiria. 12 Cuando vayan, extenderé sobre ellos mi red y los haré caer como aves del cielo. Los atraparé al escuchar su ruido de bandada en descenso. 13 ¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Destrucción sobre ellos, porque contra mí se rebelaron! Yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí, 14 y no claman a mí en sus corazones cuando gimen en sus camas. Por el trigo y el vino se amotinan y se rebelan contra mí. 15 Y aunque les instruí y fortalecí sus brazos, ellos traman el mal contra mí. 16 Se vuelven, pero no al Altísimo. Son como arco que falla. Sus dirigentes caerán a espada por la furia de su lengua. Esto será su escarnio en la tierra de Egipto.

Oseas. Capítulo 8.

Israel castigado con cautiverio 8 "¡Lleva la corneta a tus labios! ¡Viene como un águila contra la casa de Jehovah! Porque quebrantaron mi pacto y se rebelaron contra mi ley. 2 Israel clamará a mí: ’¡Dios mío, te conocemos!’ 3 "Israel ha rechazado el bien; el enemigo lo perseguirá. 4 Ellos establecieron reyes, pero no de parte mía. Constituyeron gobernantes, pero yo no tuve parte en ello. Con su plata y su oro se hicieron ídolos, para su propia destrucción. 5 "¡Oh Samaria, rechaza tu becerro! Mi enojo se encendió contra ellos. ¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr purificación, 6 aunque son de Israel? Un escultor lo hizo, y eso no proviene de Dios. Por eso, el becerro de Samaria será hecho pedazos. 7 Porque han sembrado viento, cosecharán torbellino. No tendrás campos por segar, ni la espiga dará harina. Y si la diese, la comerían los extraños. 8 Israel será tragado; pronto ellos serán entre las naciones como un objeto que nadie aprecia. 9 Porque subirán a Asiria; Efraín será un asno montés solitario. "Han comprado amores; 10 pero aunque los compren entre las naciones, ahora los reuniré, y empezarán a menguar bajo la carga de un rey muy poderoso. 11 Porque Efraín multiplicó altares para pecar; para pecado le han sido los altares. 12 Yo escribí para él las grandezas de mi ley, pero han sido tenidas como cosas extrañas. 13 A ellos les gusta ofrecer sacrificios. Sacrifican y comen carne, pero Jehovah no los acepta. Ahora se acordará de su iniquidad y los castigará por sus pecados: ¡Volverán a Egipto! 14 "Israel olvidó a su Hacedor y edificó mansiones, y Judá multiplicó ciudades fortificadas. Pero enviaré fuego a sus ciudades, el cual devorará sus palacios."

Oseas. Capítulo 9.

9 No te alegres, oh Israel; no te regocijes como otros pueblos, porque te has prostituido apartándote de tu Dios. Has amado la paga de prostituta en todas las eras del grano. 2 La era y el lagar no los mantendrán, y el vino nuevo les fallará. 3 No habitarán más en la tierra de Jehovah, sino que Efraín volverá a Egipto, y en Asiria comerán comida inmunda. 4 No harán libación de vino para Jehovah, ni sus sacrificios le serán gratos. Su pan será como pan de duelo. Todos los que coman de él serán inmundos. Su pan será para ellos mismos; no entrará en la casa de Jehovah. 5 ¿Qué haréis en el día del festival, en el día de la fiesta de Jehovah? 6 Porque he aquí, ellos se irán a causa de la destrucción; Egipto los recogerá, y Menfis los enterrará. Los espinos heredarán sus codiciables tesoros de plata, y la ortiga crecerá en sus moradas. 7 ¡Han llegado los días del castigo; han llegado los días de la retribución! ¡Que lo sepa Israel! El profeta es necio; el hombre inspirado está loco, a causa de la grandeza de tu pecado y de tu gran hostilidad. 8 El profeta es centinela de Efraín, el pueblo de mi Dios; pero ahora le pone trampas en todos sus caminos. Hay hostilidad en la casa de su Dios. 9 Profundizaron su corrupción, como en los días de Gabaa. Ahora se acordará Dios de su iniquidad y castigará su pecado. Consecuencia del pecado en Gilgal 10 "Como a uvas en el desierto, hallé a Israel; como el fruto temprano de una higuera primeriza, vi a vuestros padres. Pero ellos acudieron al Baal de Peor, se consagraron a la vergüenza y se volvieron tan detestables como aquello que les apasionaba. 11 Cual ave volará la gloria de Efraín: sin nacimiento, sin embarazo y sin concepción. 12 Aunque críen a sus hijos, les privaré de ellos sin dejarles uno solo. ¡Ay de ellos también cuando yo me aparte de ellos!" 13 Cuando vi a Efraín, él era una roca asentada en una pradera. Sin embargo, Efraín entregará sus hijos al verdugo. 14 Dales, oh Jehovah, lo que les has de dar: Dales matriz que aborte y pechos resecos. 15 "Toda la maldad de ellos ha tenido lugar en Gilgal. Allí, pues, les tomé aversión. Por la maldad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más. Todos sus dirigentes son desleales. 16 Efraín ha sido herido; se ha secado su raíz y no dará más fruto. Aunque engendren hijos, yo mataré ese tesoro de sus vientres." 17 Mi Dios los desechará, porque no le escucharon. Andarán errantes entre las naciones.

Oseas. Capítulo 10.

El final de los santuarios paganos 10 Israel era como una vid exuberante; y como él, era su fruto. Cuanto más se multiplicó su fruto, tanto más multiplicó sus altares. Conforme a la prosperidad de su tierra adornaron sus piedras rituales. 2 Su corazón es engañoso. ¡Ahora ellos serán hallados culpables! El Señor quebrantará sus altares y destruirá sus piedras rituales. 3 Entonces dirán: "No tenemos rey, porque no hemos temido a Jehovah. Y el rey, ¿qué haría por nosotros?" 4 Hablan sólo palabras; juran en vano y hacen contratos. Por tanto, el juicio brotará como hierba venenosa en los surcos de mis campos. 5 Los habitantes de Samaria estarán atemorizados a causa del becerro de Bet-avén; ciertamente su pueblo hará duelo a causa de él. Asimismo, sus sacerdotes, que se regocijaban por la gloria de él, la cual se les va en cautiverio. 6 También el becerro será llevado a Asiria como presente para el gran rey. Efraín conseguirá sólo vergüenza; Israel será avergonzado por su consejo. 7 El rey de Samaria perecerá como la espuma sobre la superficie de las aguas. 8 Los lugares altos de Avén, que son el pecado de Israel, serán destruidos. Sobre sus altares crecerán espinos y cardos. Dirán a los montes: "¡Cubridnos!", y a las colinas: "¡Caed sobre nosotros!" 9 "Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel. Allí han permanecido. ¿No los alcanzó en Gabaa la batalla contra los inicuos? 10 Yo vendré y los castigaré: Los pueblos se reunirán contra ellos cuando sean castigados por su doble iniquidad. 11 "Efraín era una vaquilla domada a la que le gustaba trillar. Yo puse yugo de bondad sobre su cuello. Yo haré llevar el yugo a Efraín. Judá arará, y Jacob abrirá los surcos del campo. 12 Sembrad para vosotros justicia y segad lealtad. Abríos surcos, porque es tiempo de buscar a Jehovah, hasta que venga y haga llover justicia para vosotros. 13 "Habéis arado impiedad, habéis segado injusticia y habéis comido fruto de mentira. Porque confiaste en tus caminos, en la multitud de tus valientes. 14 Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como Salmán destruyó a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando las madres fueron estrelladas junto con sus hijos. 15 Así se hará con vosotros, oh casa de Israel, por vuestra gran maldad. Al amanecer perecerá irremisiblemente el rey de Israel.

Oseas. Capítulo 11.

El amor paternal de Jehovah 11 "Cuando Israel era muchacho, yo lo amé; y de Egipto llamé a mi hijo. 2 Mientras más los llamaba, más se iban ellos de mi presencia. A los Baales ofrecían sacrificio, y a los ídolos quemaban incienso. 3 Pero fui yo el que enseñó a caminar a Efraín, tomándolo por sus brazos. Sin embargo, no reconocieron que yo los sanaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con vínculos de amor. Fui para ellos como los que ponen un bebé contra sus mejillas, y me inclinaba hacia ellos para alimentarlos. 5 "No volverá a la tierra de Egipto, sino que el asirio será su rey; porque no quisieron volver a mí. 6 La espada caerá sobre sus ciudades y destruirá sus refuerzos. Los consumirá en medio de sus propias asambleas. 7 Entre tanto, mi pueblo está obstinado en su rebelión contra mí; y aunque invocan al Altísimo, no lo quieren enaltecer. 8 "¿Cómo he de dejarte, oh Efraín? ¿Cómo he de entregarte, oh Israel? ¿Cómo podré hacerte como a Adma o ponerte como a Zeboím? Mi corazón se revuelve dentro de mí; se inflama mi compasión. 9 No ejecutaré el furor de mi ira; no volveré para destruir a Efraín, porque soy Dios, y no hombre. Yo soy el Santo en medio de ti, y no vendré contra la ciudad. 10 "Caminarán en pos de Jehovah. El rugirá como león; sí, rugirá, y del occidente los hijos acudirán temblando. 11 De Egipto acudirán temblando como pájaros; y como palomas, de la tierra de Asiria. Yo los haré habitar en sus casas, dice Jehovah. El pecado de Israel 12 "Efraín me ha rodeado con mentira; y la casa de Israel, con engaño. Judá todavía divaga para con Dios, para con el Santo, quien es fiel.

Oseas. Capítulo 12.

12 1 "Efraín se apacienta de viento; todo el día se va tras el solano. Continuamente aumentan la mentira y la destrucción, porque hicieron alianza con los asirios y llevan aceite a Egipto." 2 Jehovah tiene pleito con Judá, y dará a Jacob el castigo que corresponde a sus caminos. Le retribuirá conforme a sus obras. 3 En el vientre suplantó a su hermano y en su edad viril contendió con Dios. 4 Contendió con el ángel y prevaleció; lloró y le rogó. En Betel le halló y allí habló con él. 5 ¡Jehovah, Dios de los Ejércitos, Jehovah es su nombre! 6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; practica la lealtad y el derecho, y espera siempre en tu Dios. 7 Como mercader que tiene en su mano balanza falsa, él ama la opresión. 8 Y dijo Efraín: "Ciertamente yo me he enriquecido; he hallado riquezas para mí." Pero todos sus esfuerzos no serán suficientes para borrar el pecado que ha cometido. 9 "Sin embargo, desde la tierra de Egipto yo soy Jehovah tu Dios. Aún te haré habitar en tiendas como en los días de la fiesta. 10 Yo he hablado a los profetas y he multiplicado la profecía. Por medio de los profetas he expuesto parábolas." 11 Si hay iniquidad en Galaad, ciertamente serán convertidos en nada. Aunque en Gilgal sacrifiquen toros, sus altares también serán como montones de escombros sobre los surcos del campo. 12 Jacob huyó a la tierra de Aram; Israel sirvió por una mujer, y por una mujer cuidó rebaños. 13 Por medio de un profeta Jehovah hizo subir a Israel de Egipto, y por el profeta fue guardado. 14 Pero Efraín ha provocado a Dios con amargura. Por tanto, dejará sobre él su culpa de sangre; su Señor le retribuirá su deshonra.

Oseas. Capítulo 13.

13 Cuando Efraín hablaba, había terror; era exaltado en Israel. Pero pecó por causa de Baal, y murió. 2 Ahora han continuado pecando y con su plata han hecho, conforme a su entendimiento, ídolos e imágenes de fundición, toda obra de escultores. Ellos dicen: "¡Ofrecedles sacrificios!" Y los hombres besan a los becerros. 3 Por tanto, serán como la niebla de la mañana y como el rocío del amanecer, que se desvanece; como el tamo que es arrebatado de la era, y como el humo que sale por la ventana. 4 "Desde la tierra de Egipto yo soy Jehovah tu Dios; no reconocerás otro dios aparte de mí, ni otro salvador, sino a mí. 5 Yo te conocí en el desierto, en tierra de sequedad. 6 Pero cuando los apacenté y se saciaron, su corazón se ensoberbeció. Por esta causa se olvidaron de mí. 7 Por tanto, yo seré para ellos como un león; los acecharé como un leopardo en el camino. 8 Les saldré al encuentro como una osa que ha perdido sus crías, y les desgarraré la caja del corazón. Allí lo devoraré como león, como los despedaza un animal del campo. No habrá socorro para Israel 9 "Yo te destruiré, oh Israel. ¿Quién te podrá socorrer? 10 ¿Dónde está tu rey para que te salve en todas tus ciudades? ¿Qué de tus jueces, de quienes decías: ’Dame rey y gobernantes’? 11 En mi furor yo te di rey, y en mi ira lo quité. 12 "Atada está la maldad de Efraín; su pecado está bien guardado. 13 Dolores de mujer que da a luz le sobrevendrán. Pero él es un hijo torpe, que no se presenta al tiempo de nacer. 14 ¿Los redimiré del poder del Seol? ¿Los rescataré de la Muerte? ¿Dónde está, oh Muerte, tu espina? ¿Dónde está, oh Seol, tu aguijón? La compasión se ha ocultado de mis ojos. 15 Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá el solano, el viento de Jehovah, subiendo del desierto; y su fuente se secará, y se agotará su manantial. El saqueará el tesoro de todas las cosas preciosas. 16 Samaria será desolada, porque se rebeló contra su Dios. Ellos caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán reventadas."

Oseas. Capítulo 14.

Arrepentimiento y restauración 14 1 ¡Vuelve, oh Israel, a Jehovah tu Dios; porque por tu pecado has caído! 2 Tomad con vosotros estas palabras y volved a Jehovah. Decidle: "Quita toda la iniquidad y acéptanos con benevolencia; te ofrecemos el fruto de nuestros labios. 3 No nos librará Asiria; no montaremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: ’Dioses nuestros’; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. 4 "Yo los sanaré de su infidelidad. Los amaré generosamente, porque mi furor se habrá apartado de ellos. 5 Yo seré a Israel como el rocío; él florecerá como lirio y echará sus raíces como el Líbano. 6 Sus ramas se extenderán. Su esplendor será como el del olivo, y su fragancia como la del Líbano. 7 Volverán y se sentarán bajo su sombra. Cultivarán el trigo y florecerán como la vid. Su fragancia será como el vino del Líbano. 8 ¿Qué más tiene que ver Efraín con los ídolos? Soy yo quien le responderá y velará por él. Yo soy como el ciprés verde; debido a mí será hallado fruto en ti." 9 ¿Quién es sabio para entender estas cosas, y prudente para que las conozca? Ciertamente los caminos de Jehovah son rectos, y los justos andarán por ellos. Pero los rebeldes tropezarán en ellos. Reina-Valera Actualizada, 1989.

Libro del profeta Joel. Capítulo 1.

El Libro del Profeta Joel Devastación causada por la langosta 1 La palabra de Jehovah que vino a Joel hijo de Petuel. 2 Escuchad esto, ancianos; y prestad atención, todos los habitantes de la tierra. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días, o en los de vuestros padres? 3 Contaréis de esto a vuestros hijos, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación. 4 Lo que dejó la oruga lo comió la langosta, y lo que dejó la langosta lo comió el pulgón, y lo que dejó el pulgón lo comió el saltón. 5 ¡Despertad, borrachos, y llorad! ¡Gemid, todos los que bebéis vino, porque el mosto es quitado de vuestra boca! 6 Porque un pueblo ha subido a mi tierra, fuerte y sin número. Sus dientes son como dientes de león, y sus muelas son de leona. 7 Ha convertido mi vid en desolación y mi higuera en tronco. La ha desnudado por completo y la ha derribado; sus ramas han quedado blancas. 8 ¡Suspira tú, como una joven ceñida de cilicio a causa del marido de su juventud! 9 Han sido eliminadas de la casa de Jehovah la ofrenda vegetal y la libación. Los sacerdotes que sirven a Jehovah están de duelo. 10 El campo es devastado, y la tierra se enluta; porque el trigo es destruido, se seca el mosto y se agota el aceite. 11 Consternaos, oh labradores; gemid, oh viñadores, por el trigo y la cebada; porque se ha perdido la cosecha del campo. 12 Se seca la vid, se echa a perder la higuera; también el granado, la palmera y el manzano. Se han secado todos los árboles del campo, por lo cual se ha desvanecido la alegría de los hijos del hombre. Asamblea a causa de la devastación 13 ¡Ceñíos y haced duelo, oh sacerdotes! ¡Gemid, oh servidores del altar! Venid, dormid sobre cilicio, oh servidores de mi Dios; porque la ofrenda vegetal y la libación han sido quitadas de la casa de vuestro Dios. 14 Pregonad ayuno, convocad a una asamblea, reunid a los ancianos y a todos los habitantes del país en la casa de Jehovah vuestro Dios, e invocad a Jehovah. 15 ¡Ay por aquel día! Porque cercano está el día de Jehovah; vendrá como destrucción de parte del Todopoderoso. 16 ¿No ha sido arrancado el sustento de delante de nuestros ojos, la alegría y el júbilo de la casa de nuestro Dios? 17 Del todo se han secado los higos. Sus eras están arruinadas. Han sido desolados los depósitos y destruidos los graneros, por haberse acabado el grano. 18 ¡Cómo gimen los animales! ¡Cuán aturdidos andan los hatos de bueyes, porque no hay pastos para ellos! También están sufriendo los rebaños de ovejas. 19 A ti, oh Jehovah, clamaré, porque el fuego ha consumido los pastizales, y la llama ha abrasado a todos los árboles del campo. 20 También los animales del campo jadean detrás de ti, porque se han secado los arroyos de agua, y el fuego ha devorado los pastizales.

Joel. Capítulo 2.

La devastación del día de Jehovah 2 ¡Tocad la corneta en Sion y gritad en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día de Jehovah! 2 ¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa neblina! Como negrura que se despliega sobre las montañas, es un ejército grande y fuerte. ¡Nunca antes ha subido algo semejante, ni después de ello ocurrirá por años, de generación en generación! 3 Delante consume el fuego, y detrás abrasa la llama. La tierra que antes era como el jardín de Edén será después como desierto desolado. ¡No habrá quien escape! 4 Su aspecto es como el aspecto de caballos, y corren como gente de a caballo. 5 Con estruendo de carros saltan sobre las cumbres de los montes, con crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca, como pueblo fuerte listo para la batalla. 6 Delante de él tiemblan los pueblos, y palidecen todos los semblantes. 7 Corren como valientes; como hombres de guerra escalan la muralla. Cada uno sigue su camino, y no abandonan sus sendas. 8 Ninguno tropieza con su compañero; cada uno va por su calzada. Aun cayendo a causa de la espada, no rompen su formación 9 en la ciudad. Van saltando por el muro, corren por las casas, suben por las ventanas y entran como ladrones. 10 Delante de ellos tiembla la tierra, y se estremecen los cielos. El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor. 11 Jehovah da la voz delante de su ejército. Enorme es su campamento, y poderoso es el que ejecuta su palabra. Grande y temible es el día de Jehovah. ¿Quién lo podrá resistir? Llamado a arrepentirse y a orar 12 "Pero aun ahora," dice Jehovah, "volveos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento. 13 Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos." Volved a Jehovah, vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo. 14 ¿Quién sabe si desiste, cambia de parecer y deja tras sí bendición, es decir, ofrenda vegetal y libación para Jehovah vuestro Dios? 15 ¡Tocad la corneta en Sion; pregonad ayuno! ¡Convocad a la asamblea! 16 ¡Reunid al pueblo; santificad la congregación; agrupad a los ancianos; reunid a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Salga el novio de su cámara nupcial y la novia de su dosel! 17 Los sacerdotes que sirven a Jehovah lloren entre el vestíbulo y el altar. Digan: "Perdona, oh Jehovah, a mi pueblo. No entregues tu heredad a la afrenta, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ’¿Dónde está su Dios?’ " Futura restauración y prosperidad 18 Entonces Jehovah tuvo celo por su tierra y se apiadó de su pueblo. 19 Jehovah respondió a su pueblo diciendo: "He aquí, yo os envío granos, vino nuevo y aceite; y seréis saciados. Nunca más os entregaré como afrenta en medio de las naciones. 20 Yo haré que se aleje de vosotros lo que viene del norte. Lo arrojaré a tierra seca y desierta; su vanguardia hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental. Se levantará su hedor, y subirá su putrefacción." ¡Porque ha hecho grandes cosas! 21 "¡Oh tierra, no temas! ¡Alégrate y regocíjate, porque Jehovah ha hecho grandes cosas! 22 No temáis, animales del campo, porque los pastizales reverdecerán; porque los árboles llevarán su fruto; la higuera y la vid darán su riqueza. 23 Vosotros también, oh hijos de Sion, alegraos y regocijaos en Jehovah vuestro Dios, porque os ha dado la lluvia primera en su justa medida. También hará descender sobre vosotros la lluvia temprana y la tardía, como antes. 24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite. 25 Yo os restituiré los años que comieron la oruga, el pulgón, el saltón y la langosta; mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre de Jehovah vuestro Dios, quien ha hecho maravillas con vosotros. Y nunca más será avergonzado mi pueblo. 27 Así sabréis que estoy en medio de Israel, que yo soy Jehovah vuestro Dios y que no hay otro. Y nunca más será avergonzado mi pueblo. Derramamiento del Espíritu Santo 28 "Sucederá después de esto que derramaré mi Espíritu sobre todo mortal. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones. 29 En aquellos días también derramaré mi Espíritu sobre los siervos y las siervas. 30 Realizaré prodigios en los cielos y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo. 31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día de Jehovah, grande y temible. 32 Y sucederá que cualquiera que invoque el nombre de Jehovah será salvo, porque en el monte Sion y en Jerusalén estarán los libertados, como ha dicho Jehovah; y entre los sobrevivientes estarán aquellos que Jehovah ha llamado.

Joel. Capítulo 3.

Jehovah juzga a las naciones 3 1 "He aquí que en aquellos días y en aquel tiempo, cuando yo restaure de la cautividad a Judá y a Jerusalén, 2 reuniré a todas las naciones y las haré descender al valle de Josafat. Allí entraré en juicio contra ellas a causa de mi pueblo, de Israel mi heredad, al cual esparcieron entre las naciones, y luego se repartieron mi tierra. 3 Sobre mi pueblo echaron suertes; por el niño pagaron como por prostituta, y vendieron a la niña por vino para beber. 4 "Vosotras también, oh Tiro, oh Sidón y todas las comarcas de Filistea, ¿qué sois para mí? ¿Queréis vengaros de mí? Si de mí os vengáis, bien pronto haré que recaiga la paga sobre vuestras cabezas, 5 porque habéis llevado mi plata y mi oro. Mis cosas preciosas y hermosas habéis introducido en vuestros templos. 6 Vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de sus territorios. 7 He aquí, yo los despertaré en el lugar a donde los vendisteis, y volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza. 8 Yo venderé a vuestros hijos y a vuestras hijas en mano de los hijos de Judá, y éstos los venderán a los sabeos, a una nación distante, porque Jehovah ha hablado." 9 ¡Proclamad esto entre las naciones, declarad guerra santa, convocad a los valientes! Acérquense y acudan todos los hombres de guerra. 10 Haced espadas de vuestras rejas de arado y lanzas de vuestras podaderas. Diga el débil: "Soy valiente." 11 Apresuraos y acudid, todas las naciones de alrededor; congregaos allá. ¡Haz que desciendan allá tus valientes, oh Jehovah! 12 "Despierten las naciones y vayan al valle de Josafat, porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. 13 Meted la hoz, porque el grano ya está maduro. Venid, pisotead, porque el lagar está lleno y rebosan las cubas; pues mucha es la maldad de ellos. 14 "Multitudes, multitudes están en el valle de la decisión, porque está cercano el día de Jehovah en el valle de la decisión. 15 El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor. 16 Jehovah ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén. Tiemblan los cielos y la tierra, pero Jehovah es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel. 17 Y conoceréis que yo soy Jehovah vuestro Dios que habito en Sion, mi santo monte. Santa será Jerusalén, y los extraños no pasarán más por ella. Vindicación y gloria de Sion 18 "En aquel día sucederá que los montes gotearán jugo de uvas, las colinas fluirán leche y correrán aguas por todos los arroyos de Judá. Un manantial saldrá de la casa de Jehovah y regará el valle de Sitim. 19 Egipto será convertido en desolación, y Edom en desierto desolado, por la violencia hecha a los hijos de Judá; porque en su tierra derramaron la sangre inocente. 20 Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén de generación en generación. 21 Yo tomaré venganza de la sangre y a nadie daré por inocente." ¡Jehovah habita en Sion! Reina-Valera Actualizada, 1989.

El libro del profeta Amós. Capítulo 1.

El Libro del Profeta Amós ________________________________________ 1 Las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa, sobre lo que vio acerca de Israel en los días de Uzías, rey de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. 2 Dijo Amós: "¡Jehovah ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén! Se enlutan los prados de los pastores, y se seca la cumbre del Carmelo." Juicios contra las naciones vecinas 3 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Damasco, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque trillaron a Galaad con trillos de hierro, 4 enviaré fuego a la casa de Hazael, el cual devorará los palacios de Ben-hadad. 5 Romperé los cerrojos de Damasco, exterminaré a los habitantes del valle de Avén y al que porta el cetro en Bet-edén. Y el pueblo de Siria será llevado cautivo a Quir", ha dicho Jehovah. 6 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Gaza, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque llevó cautivo a todo un pueblo para entregarlo a Edom, 7 enviaré fuego al muro de Gaza, el cual devorará sus palacios. 8 Exterminaré a los habitantes de Asdod y al que porta el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán los sobrevivientes de Filistea", ha dicho el Señor Jehovah. 9 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Tiro, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque entregaron cautivo a todo un pueblo a Edom y no se acordaron del pacto de sus hermanos, 10 enviaré fuego al muro de Tiro, el cual devorará sus palacios." 11 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Edom, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque persiguió con espada a su hermano y suprimió su compasión, y porque en su furor siempre ha destrozado y ha guardado continuamente el rencor, 12 enviaré fuego a Temán, el cual devorará los palacios de Bosra." 13 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de los hijos de Amón, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque para ensanchar su territorio reventaron a las mujeres de Galaad que estaban encintas, 14 prenderé fuego en el muro de Rabá, el cual devorará sus palacios con clamor en el día de la batalla y con tormenta en el día de la tempestad. 15 Su rey irá al cautiverio, él y todos sus principales", ha dicho Jehovah.

Amós. Capítulo 2.

2 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Moab, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque quemaron los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos, 2 enviaré fuego a Moab, el cual devorará los palacios de Queriot. Moab morirá en medio de alboroto, con clamor y sonido de corneta. 3 Yo quitaré al juez de en medio de ellos y junto con él mataré a sus magistrados", ha dicho Jehovah. 4 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Judá, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque despreciaron la ley de Jehovah y no guardaron sus decretos, y porque les hicieron errar sus mentiras tras las cuales anduvieron sus padres, 5 enviaré fuego a Judá, el cual devorará los palacios de Jerusalén." El juicio contra Israel 6 Así ha dicho Jehovah: "Por tres pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque venden por dinero al justo y al pobre por un par de zapatos, 7 codician hasta el polvo de la tierra que está sobre la cabeza de los empobrecidos y trastornan el camino de la gente humilde. Un hombre y su hijo tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo nombre. 8 Sobre ropas retenidas en prenda se recuestan junto a cualquier altar, y en la casa de sus dioses beben el vino de los multados. Oportunidades que Israel perdió 9 "Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya estatura era como la altura de los cedros y que era fuerte como una encina. Destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. 10 Os hice subir de la tierra de Egipto y durante cuarenta años os hice caminar por el desierto y caminé con vosotros por el desierto para que poseyeseis la tierra del amorreo. 11 Levanté profetas de vuestros hijos, y nazareos de vuestros jóvenes. ¿No es esto así, hijos de Israel?, dice Jehovah. 12 Pero vosotros disteis de beber vino a los nazareos y a los profetas mandasteis diciendo: ’¡No profeticéis!’ 13 Yo, pues, haré tambalear vuestros pies como se tambalea la carreta repleta de gavillas. 14 "El veloz no alcanzará refugio; al fuerte no le ayudará su fuerza, ni librará su vida el valiente. 15 El que toma el arco no resistirá, ni escapará el rápido de pies, ni el que monta a caballo salvará su vida. 16 El más valiente de los valientes huirá desnudo en aquel día", dice Jehovah.

Amós. Capítulo 3.

Amós defiende el llamado profético 3 Oíd esta palabra que Jehovah ha hablado contra vosotros, oh hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: 2 "Solamente a vosotros he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades. 3 ¿Andarán dos juntos, a menos que se pongan de acuerdo? 4 ¿Rugirá el león en el bosque sin haber cazado presa? ¿Dará su rugido el cachorro de león desde su guarida sin haber atrapado algo? 5 ¿Caerá el ave en la trampa en la tierra sin haber cazador? ¿Se alzará la trampa del suelo sin haber atrapado algo? 6 ¿Se tocará la corneta en la ciudad y no se estremecerá el pueblo? ¿Habrá alguna calamidad en la ciudad sin que Jehovah la haya hecho?" 7 Así, nada hará el Señor Jehovah sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. 8 Si ruge el león, ¿quién no temerá? Si habla el Señor Jehovah, ¿quién no profetizará? Profecía de la venida del enemigo 9 Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: "¡Reuníos sobre los montes de Samaria y ved los muchos tumultos y la opresión que hay en medio de ella! 10 No saben hacer lo recto, los que atesoran violencia y despojo en sus palacios", dice Jehovah. 11 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: "Un enemigo vendrá por todos los lados de la tierra. Echará abajo tus fortalezas, y tus palacios serán saqueados. 12 Así dice Jehovah: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas o la punta de la oreja, así escaparán los hijos de Israel que en Samaria se sientan en un borde de la cama o en un diván de Damasco. 13 "Oíd y testificad contra la casa de Jacob, dice Jehovah Dios de los Ejércitos. 14 El día en que castigue las rebeliones de Israel, también castigaré los altares de Betel. Serán derribados los cuernos del altar y caerán al suelo. 15 Yo golpearé la casa de invierno junto con la casa de verano, y las casas de marfil perecerán. ¡Muchas casas serán arruinadas!", dice Jehovah.

Amós. Capítulo 4.

Contra las mujeres indolentes 4 Oíd esta palabra, oh vacas de Basán que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los necesitados, que decís a vuestros maridos: "¡Traed y bebamos!" 2 El Señor Jehovah juró por su santidad: "He aquí, vienen días sobre vosotras, en que se os llevará con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescar. 3 ¡Saldréis por las brechas una tras otra, y seréis arrojadas hacia el Hermón!", dice Jehovah. Castigos que no corrigieron a Israel 4 "¡Id a Betel, y rebelaos! ¡A Gilgal, y multiplicad la rebelión! ¡Traed de mañana vuestros sacrificios y vuestros diezmos al tercer día! 5 ¡Quemad pan con levadura como ofrenda de acción de gracias! ¡Pregonad, anunciad ofrendas voluntarias, ya que eso es lo que os gusta, oh hijos de Israel!", dice el Señor Jehovah. 6 "Por mi parte, yo os he tenido a diente limpio en todas vuestras ciudades, y con falta de pan en todos vuestros pueblos. Pero no os volvisteis a mí", dice Jehovah. 7 "También os detuve la lluvia faltando tres meses para la siega. Hice llover sobre una ciudad, y sobre otra no hice llover. Sobre una parcela llovió, y la parcela sobre la cual no llovió se secó. 8 Acudían dos o tres ciudades a otra ciudad para beber agua, y no se saciaban. Pero no os volvisteis a mí", dice Jehovah. 9 "Yo os golpeé con tizón y añublo. La langosta comió vuestros muchos huertos, vuestras viñas, vuestras higueras y vuestros olivos. Pero no os volvisteis a mí", dice Jehovah. 10 "Envié entre vosotros una plaga, como en Egipto. Maté a espada a vuestros jóvenes, mientras vuestros caballos eran capturados. Hice que el hedor de vuestros campamentos subiese a vuestras narices. Pero no os volvisteis a mí", dice Jehovah. 11 "Os trastorné, como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis cual leño salvado del fuego. Pero no os volvisteis a mí", dice Jehovah. 12 "Por tanto, de esta manera te haré, oh Israel. Y porque voy a hacerte esto, ¡prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel!" 13 Porque he aquí, el que forma las montañas y crea el viento y revela al hombre su pensamiento, el que hace a la aurora tinieblas y pisa sobre las alturas de la tierra, ¡Jehovah Dios de los Ejércitos es su nombre!

Amós. Capítulo 5.

Lamento por la ruina de Israel 5 Oíd esta palabra que yo pronuncio como lamento por vosotros, oh casa de Israel: 2 ¡Cayó la virgen de Israel para no volverse a levantar! Sobre su suelo yace abandonada, y no hay quien la levante. 3 Porque así dice el Señor Jehovah a la casa de Israel: "La ciudad que salía con mil quedará con cien, y la que salía con cien quedará con diez." Llamado al arrepentimiento 4 Porque así ha dicho Jehovah a la casa de Israel: "¡Buscadme y viviréis! 5 Y no busquéis a Betel, ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Betel será convertida en nada." 6 ¡Buscad a Jehovah y vivid! No sea que él acometa como fuego contra la casa de José y consuma a Betel sin que haya quien lo apague. 7 Vosotros que convertís el derecho en ajenjo y echáis por tierra la justicia, 8 buscad al que hizo las Pléyades y el Orión, que a las tinieblas convierte en mañana, y que hace oscurecer el día hasta que se hace noche. Buscad al que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra. ¡Jehovah es su nombre! 9 El es el que irrumpe con destrucción contra la fortaleza, de modo que la destrucción alcance a la plaza fuerte. 10 Ellos aborrecen al que les amonesta en el tribunal, y abominan al que habla lo recto. 11 Por tanto, puesto que pisoteáis al pobre y tomáis de él tributo de granos, aunque hayáis edificado casas de piedra labrada, no las habitaréis. Plantasteis hermosas viñas, pero no beberéis el vino de ellas. 12 Porque yo conozco vuestras muchas rebeliones y vuestros grandes pecados: que hostilizáis al justo, que tomáis soborno y que hacéis perder su causa a los pobres en el tribunal. 13 Por eso, en tal tiempo el prudente calla, porque es tiempo malo. 14 ¡Buscad el bien y no el mal, para que viváis! Así estará con vosotros Jehovah Dios de los Ejércitos, como decís. 15 Aborreced el mal y amad el bien. Estableced el juicio en el tribunal; quizás Jehovah Dios de Israel tenga piedad del remanente de José. 16 Por tanto, así ha dicho Jehovah Dios de los Ejércitos, el Señor: "En todas las plazas habrá llanto, y en todas las ciudades dirán: ’¡Ay, ay!’ Convocarán a duelo al labrador, y a lamentación a los que saben entonar lamentos. 17 En todas las viñas habrá llanto, porque pasaré por en medio de ti", ha dicho Jehovah. 18 ¡Ay de los que anhelan el día de Jehovah! ¿Para qué queréis este día de Jehovah? Será día de tinieblas, y no de luz. 19 Será como el que huye de un león y choca con un oso; entra en casa y apoya su mano en la pared, y le muerde una serpiente. 20 ¿No será el día de Jehovah para él tinieblas y no luz, oscuridad y no resplandor? Rechazo del culto extraño y vacío 21 "Aborrezco, rechazo vuestras festividades, y no me huelen bien vuestras asambleas festivas. 22 Aunque me ofrezcáis vuestros holocaustos y ofrendas vegetales, no los aceptaré, ni miraré vuestros sacrificios de paz de animales engordados. 23 Quita de mí el bullicio de tus canciones, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos. 24 Más bien, corra el derecho como agua, y la justicia como arroyo permanente. 25 "¿Acaso me ofrecisteis sacrificios y ofrendas vegetales en el desierto durante cuarenta años, oh casa de Israel? 26 Al contrario, llevasteis el tabernáculo de vuestros ídolos Moloc y Quiún, la estrella de vuestros dioses que os habéis hecho. 27 Por tanto, yo haré que os lleven cautivos más allá de Damasco", ha dicho Jehovah, cuyo nombre es Dios de los Ejércitos.

Amós. Capítulo 6.

Contra los dirigentes indolentes 6 ¡Ay de los que viven reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, señalados como los principales de las naciones, y a quienes acuden los de la casa de Israel! 2 Pasad a Calne y mirad. De allí id a la gran Hamat. Luego descended a Gat de los filisteos. ¿Acaso sois mejores que aquellos reinos? ¿Acaso el territorio de ellos era mayor que el vuestro? 3 Vosotros suponéis que el día malo está lejos, y acercáis la sede del terror. 4 Dormís en camas de marfil, os extendéis sobre vuestros lechos y coméis los carneros del rebaño y los terneros de engorde. 5 Improvisáis al son de la lira e inventáis instrumentos musicales, al estilo de David. 6 Bebéis vino en grandes copas y os ungís con los más finos perfumes, y no os afligís por la ruina de José. 7 Por tanto, ahora seréis llevados a la cabeza de los cautivos, ¡y se acabará el banquete de los holgazanes! 8 El Señor Jehovah ha jurado por su alma; Jehovah Dios de los Ejércitos dice: "Abomino la soberbia de Jacob, y aborrezco sus palacios. Entregaré al enemigo la ciudad y todo lo que hay en ella." 9 Acontecerá que si quedan diez hombres en una casa, morirán, 10 y su pariente lo tomará para incinerarlo. Al sacar sus restos de la casa, preguntará al que se encuentra en la parte más recóndita: "¿Hay algún otro contigo?" Este responderá: "¡Nadie!" Y le dirá: "¡Calla; no hay que mencionar el nombre de Jehovah!" 11 Porque he aquí, Jehovah ha mandado que sea reducida a escombros la casa mayor, y a ruinas la casa menor. 12 ¿Acaso corren los caballos por las peñas? ¿Se arará con bueyes en el mar? Pero vosotros habéis convertido el derecho en veneno y el fruto de la justicia en ajenjo. 13 Vosotros os alegráis por Lo-debar, y decís: "¿Acaso no hemos tomado Carnaim con nuestra fuerza?" 14 "Pues he aquí, oh casa de Israel, yo levantaré sobre vosotros una nación que os oprimirá desde Lebo-hamat hasta el arroyo del Arabá", dice Jehovah Dios de los Ejércitos.

Amós. Capítulo 7.

Tres visiones de destrucción


7 Así me mostró el Señor Jehovah: He aquí que él formaba un enjambre de langostas cuando comenzaba a brotar el heno tardío, después de la siega del rey. 2 Aconteció que cuando acababan de comer la hierba de la tierra, dije:

-¡Oh Señor Jehovah, perdona, por favor! ¿Cómo podrá levantarse Jacob, que es tan pequeño?

3 Jehovah desistió de ello.

-No será así, -ha dicho Jehovah-.

4 Así me mostró el Señor Jehovah: He aquí que el Señor Jehovah convocó para juzgar por fuego, y el fuego consumió el gran océano y una parte de la tierra. 5 Yo dije:

-¡Oh Señor Jehovah, desiste, por favor! ¿Cómo podrá restablecerse Jacob, que es tan pequeño?

6 Jehovah desistió de ello.

-No será así tampoco -dijo el Señor Jehovah-.

7 Así me mostró: He aquí que el Señor estaba de pie sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una plomada de albañil. 8 Entonces me preguntó Jehovah:

-¿Qué ves, Amós?

Yo respondí:

-Una plomada de albañil.

Y el Señor dijo:

-He aquí, yo pongo una plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel. ¡No lo soportaré más! 9 Los altares de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel quedarán desolados. Y me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.

Confrontación de Amós con Amasías


10 Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: "Amós ha conspirado contra ti en medio de la casa de Israel. ¡La tierra no puede soportar todas sus palabras! 11 Así ha dicho Amós: 'Jeroboam morirá a espada, e Israel saldrá de su tierra en cautiverio.' "

12 Y Amasías dijo a Amós:

-¡Vidente, vete; huye a la tierra de Judá y come allá tu pan! Profetiza allá 13 y no profetices más en Betel, porque es el santuario del rey y la casa del reino.

14 Respondió Amós y dijo a Amasías:

-Yo no soy profeta ni hijo de profeta; soy ganadero y cultivador de higos silvestres. 15 Pero Jehovah me tomó de detrás del rebaño y me dijo: "Vé y profetiza a mi pueblo Israel." 16 Ahora pues, escucha la palabra de Jehovah: Tú dices: "No profetices contra Israel ni prediques contra la casa de Isaac." 17 Por tanto, así dice Jehovah: "Tu mujer se prostituirá en la ciudad; tus hijos y tus hijas caerán a espada. Tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra inmunda, e Israel definitivamente será llevado cautivo de su tierra."

Amós. Capítulo 8.

Visión del fin del reino de Israel


8 Así me mostró el Señor Jehovah: He aquí una cesta con frutas de verano. 2 Y me preguntó:

-¿Qué ves, Amós?

Yo respondí:

-Una cesta de frutas de verano.

Entonces Jehovah me dijo:

-¡Ha llegado el final de mi pueblo Israel! ¡No lo soportaré más! 3 En aquel día gemirán los cantores del templo, dice el Señor Jehovah. Muchos serán los cadáveres; en todo lugar serán arrojados en silencio.

4 »Oíd esto, los que pisoteáis a los necesitados y arruináis a los pobres de la tierra, 5 diciendo: "¿Cuándo pasará la luna nueva, para que vendamos el trigo; y el sábado, para que abramos los almacenes del trigo; para que reduzcamos el peso y aumentemos el precio, falsificando fraudulentamente las balanzas; 6 para comprar a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos; para que vendamos los desechos del trigo?"

7 Jehovah ha jurado por la gloria de Jacob: "¡No me olvidaré jamás de todas las cosas que han hecho! 8 ¿No temblará la tierra por esto? ¿No harán duelo todos sus habitantes? Subirá toda como el río Nilo; se agitará y mermará como el Nilo de Egipto. 9 Sucederá en aquel día, dice el Señor Jehovah, que haré que el sol se oculte al medio día; y en pleno día haré que la tierra sea cubierta de tinieblas. 10 Convertiré vuestras fiestas en duelo y todas vuestras canciones en cantos fúnebres. Haré que todos los lomos se cubran de luto, y que se rapen todas las cabezas. Traeré a ella duelo como por hijo único, y su final será un día de amargura.

Hambre y sed de la palabra de Dios


11 "He aquí que vienen días, dice el Señor Jehovah, en los cuales enviaré hambre a la tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras de Jehovah. 12 Irán errantes de mar a mar. Desde el norte hasta el oriente andarán errantes buscando palabra de Jehovah y no la encontrarán. 13 En aquel día desmayarán de sed las bellas muchachas y los jóvenes. 14 Los que juran por la culpa de Samaria, diciendo: '¡Viva tu dios, oh Dan!' y '¡Que viva el camino de Beerseba!' caerán y nunca más se levantarán."