Sé que algunos se confunden al creer que la ciencia es incompatible con la fe, que el conocimiento científico es contrario a la sabiduría expresada bíblicamente, y que los hombres que cultivan el intelecto en su mayoría son ateos. Ninguno de esos postulados es totalmente cierto. Entre los grandes pensadores del mundo existen y siempre han existido hombres de fe que conocen el camino que conduce al Altísimo… son hombres de Dios. Es que la biblia está repleta de ciencia y si algunos no lo comprenden es porque les falta entendimiento. Para muestra un botón: le tomó siglos al hombre llegar a la demostración científica de que la actitud alegre es sinónimo de salud, que una sonrisa mantiene el buen ánimo y brinda fortaleza al que la mantiene en su rostro. Por el contrario, la profunda tristeza que se convierte en depresión puede afectar enormemente la salud y quebrar hasta los huesos. La pregunta sería: ¿Cómo es que la ciencia tardó tanto en darse cuenta de algo que la biblia enseña desde hace miles de años? Lo dicho, para muestra un botón: "El corazón alegre trae sanidad, pero un espíritu abatido seca los huesos". (Proverbios 5:22).
Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
miércoles, 8 de mayo de 2019
Una sonrisa que brinda sanidad.
miércoles, 6 de marzo de 2019
Si Dios dispone, ¿por qué organizar el tiempo?
Porque Dios dispone es que el hombre debe tener orden en su vida pues no sabemos lo que nos deparará cada día. Precisamente es la palabra de Dios que exhorta al hombre a organizar su tiempo para que esté preparado para cualquier tipo de circunstancia:
"Porque el hombre tampoco conoce su tiempo. Como los peces que son atrapados en la mala red y como los pájaros que quedan presos en la trampa, así son atrapados los hijos del hombre en el tiempo malo", cuando éste cae de repente sobre ellos. (Eclesiastés 9:12).
Porque hay tiempos de vacas gordas y tiempos de vacas flacas, el hombre debe organizarse y estar preparado pues hay un tiempo que Dios ha previsto para todo lo que ha de acontecer: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir; tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar y tiempo de dejar de abrazar; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de arrojar; tiempo de romper y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz. (Eclesiastés 3:1-8)
¡Dios es orden! Sus hijos deben mantener el orden y la organización, comenzando por organizar en qué invierten su tiempo. El Señor te bendiga.