viernes, 25 de octubre de 2013

Apocalipsis 5: versos 1 al 14.

El Cordero abre el libro

5 Vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono, un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2 También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?" 3 Pero ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro; ni siquiera mirarlo. 4 Y yo lloraba mucho, porque ninguno fue hallado digno de abrir el libro; ni siquiera de mirarlo. 5 Y uno de los ancianos me dijo: "No llores. He aquí el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos."

6 Y en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos vi un Cordero de pie, como inmolado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra. 7 El fue y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. 9 Ellos entonaban un cántico nuevo, diciendo:

"¡Digno eres de tomar el libro

y de abrir sus sellos!

Porque tú fuiste inmolado

y con tu sangre has redimido

para Dios gente de toda raza,

lengua, pueblo y nación.

10 Tú los has constituido en un reino

y sacerdotes para nuestro Dios,

y reinarán sobre la tierra."

11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas y millares de millares. 12 Y decían a gran voz:

"Digno es el Cordero,

que fue inmolado,

de recibir el poder,

las riquezas, la sabiduría,

la fortaleza, la honra,

la gloria y la alabanza."

13 Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo:

"Al que está sentado en el trono

y al Cordero

sean la bendición y la honra

y la gloria y el poder

por los siglos de los siglos."

14 Los cuatro seres vivientes decían: "¡Amén!" Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron.

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