domingo, 20 de julio de 2014

La verdad sin lugar a dudas.

Uno de los factores que dificulta la comunicación efectiva entre los seres humanos es el hecho de que no le creemos a nuestros semejantes. No es algo nuevo, viene de antaño, pero cada día se pone más de manifiesto. La gente duda de todo lo que ve y escucha, en ocasiones es el hábito de la incredulidad la razón de que el ser humano no logre lo que se propone. Sí, a veces somos tan incrédulos que dudamos de nosotros mismos. Desde lo más simple, aprender a hablar un segundo idioma, hasta algo tan ingenioso como lograr que un automóvil funcione sólo con el aire, son cuestiones que primero necesitan que quien los intenta se crea capaz de lograrlo. Si tiene dudas sobre su propia capacidad de creer, y esa duda se impone sobre todos los demás pensamientos, el fracaso está asegurado. Preferible es ni siquiera intentarlo. A primera vista, el hecho de que los seres humanos atesoren la incredulidad de una forma tan íntima que se asemeje al instinto de supervivencia, podría parecer algo natural en un mundo donde todo parece mentira y las mentiras son tan profesionalmente preparadas que llegan a ser consideradas como las únicas verdades. Llegar al extremo de limitarse en la vida y conformarse con vivir dentro del ámbito de la resignación sólo porque se ha decidido no creer en uno mismo, es el colmo de la incredulidad. En este, y todos los casos, el colmo significa que ya no hay espacio para ninguna otra cosa y la persona solamente cree que en nada cree.

Sin embargo, existen formas de abandonar para siempre el cautiverio que implica el vivir entre los muros de la duda y la mentira, decidiéndonos a caminar en la claridad de la verdad. La primera forma que aquí les planteo es estrictamente física y material, algo que se puede tocar, y por lo tanto llega a convencer al más escéptico de los seres humanos. Les hablo del conocimiento, de eso que algunos llaman información. Antes de llegar a cualquier tipo de conclusión es necesario que obtengamos información sobre el tema en cuestión, si no obtenemos suficientes datos es muy probable que nuestras conclusiones sean desacertadas. Nunca diga: "yo no puedo hacer tal cosa", si antes no ha investigado lo que conlleva el lograrlo. Primero nútrase de conocimiento sobre lo que le interesa, o sobre lo que se le está planteando, y luego haga sus conclusiones. Conocer algo a cabalidad es la mejor forma de actuar y decidir con propiedad y seguridad. Los pueblos perecen por falta de conocimiento, es algo que vemos a diario. Los ciudadanos de las naciones mejores instruidas en el campo de la educación y el conocimiento viven más,  tienen una mejor calidad de vida y eso no es algo fortuito, ellos tienen el conocimiento a su disposición y por consiguiente no son esclavos de la ignorancia, son dueños de la información que les ayuda a la hora de llegar a una conclusión. Lo mismo aplica en el plano de las relaciones interpersonales. Se ha dicho que uno no termina de conocer a los seres humanos, y en cierta forma eso es cierto, los seres humanos cambiamos todo el tiempo y vivimos en una constante adquisición de conocimiento acerca de nosotros mismos, pero tenemos una base natural sobre la cual se apoya todo lo demás, es nuestra naturaleza, lo que nos hace únicos e irrepetibles, la esencia de nuestras vidas. Ese es el punto que nos conviene identificar, lo que somos, el origen del conocimiento. Si podemos habitar en ese lugar seremos capaces de cualquier cosa que nos propongamos.

También podemos llegar a conocer esa base natural en todas y cada una de las personas que nos rodea. Solamente preste atención y utilice las mismas herramientas que utilizó para llegar a conocerse a usted mismo. No ponga pensamientos infundados en su mente, eso sólo dificultará la tarea de llegar a la verdad, simplemente escuche y observe sin distracción y obtendrá toda la información. Comience por escuchar lo que usted mismo cree y piensa. Se dará cuenta que muchas de las conclusiones que conforman su equipaje de creencias carecen de un fundamento sólido. Cuando las haya eliminado tendrá más espacio para pensar con claridad y por ende más posibilidades de llegar a la verdad.

La otra forma que aquí les comparto acontece en el plano espiritual, donde no intervienen ni la voluntad personal ni los pensamientos acumulados en la experiencia. El espíritu es la energía de la vida, lo que nos enlaza con todos y con todo lo que existe, lo que mueve el universo, la creación en su totalidad. Algunas personas piensan: "yo no entiendo eso del plano espiritual", a esas personas yo les digo: no piense mientras trata de entender, porque el espíritu no es entendimiento físico sino entendimiento espiritual, es energía pura. Una persona puede adquirir todo el conocimiento que necesita para vivir en el plano material, con esto tiene la mitad del proyecto en ejecución, pero la vida no está completa si no se vive en el plano espiritual. Es lo que le sucedió al joven rico que menciona la Biblia en el libro de Marcos, capítulo 10, versos 17 al 22. Sí, aquel que se acercó a Jesucristo y de rodillas le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?". Jesucristo le respondió: "…Tú conoces los mandamientos: No cometas homicidio, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.", a lo que el joven respondió que todo eso ya él lo había guardado desde su juventud. Jesús lo miró con amor y le dijo que le faltaba una cosa, vender todas sus pertenencias y regalarlo a los pobres. Acto seguido, el joven entristeció y se alejó abatido. En ese instante terminó la conversación entre el joven rico y Jesús y, al menos temporalmente, el joven desistió de su deseo de ganar la vida eterna. A todos nos ha pasado igual alguna vez, se nos presenta un obstáculo y estamos listos a tirar la toalla y abandonar aquello en lo que pusimos tantas esperanzas. El joven de este relato tenía mucho conocimiento, Jesús lo dice en su respuesta, que él conocía las cosas que decía la ley que debía hacer para lograr el objetivo por el cual se había acercado al maestro, pero no estaba dispuesto a renunciar a todo lo que en su mente él creía ser. Él era un tipo importante en el plano material, poseía muchas riquezas y no iba a renunciar a todo aquello ni siquiera por ganar la vida eterna. Es el típico caso de una persona materialmente religiosa que no conoce nada sobre el plano espiritual. Si a estas alturas usted se pregunta: "Qué tiene ese relato que ver conmigo", yo le digo que todo está relacionado con cada uno de nosotros. En el caso del joven rico, sus riquezas eran poseciones materiales, pero cada ser humano tiene sus propios tesoros, sus propias riquezas acumuladas a las cuales no está dispuesto a renunciar fácilmente. Esas riquezas personales de cada uno: hábitos, vicios, obsesiones, fantasías, y algunas más, pueden ser el obstáculo para alcanzar el pleno entendimiento espiritual. Cualquier cosa del plano físico que usted atesore como parte íntima de su ser, si usted la cree indispensable para su vida, forma parte de las riquezas que le impiden vivir en el plano espiritual. Vivimos en el plano material, tenemos un cuerpo físico porque lo necesitamos en este plano, es nuestro vehículo para transportarnos por el mundo. Mas, las cosas de este mundo físico no representan lo que podemos vivir en el espíritu. Por el contrario, si no sabemos utilizarlas, conscientes de que son sólo herramientas con las cuales trabajar en este plano, en vez de ventajas serán obstáculos en el camino hacia nuestros objetivos. Queremos saber cuando estamos escuchando la verdad, pues bien, en el plano material nos ayuda el obtener conocimiento pleno del tema que estamos tratando. En el plano espiritual está el Espíritu de verdad para guiarnos (Juan 16:13). Nos conviene armonizar el plano físico con el plano espiritual y lograr que nuestra mente esté cómoda al hacerlo. La incredulidad es una barrera tan grande, tan fuerte, que trasciende desde el plano físico y afecta lo que puede recibirse desde el plano espiritual. Por la incredulidad de muchos, el Señor Jesucristo no pudo realizar sus obras poderosas en Nazaret, su propia tierra, porque quedó asombrado de tanta incredulidad que veía en su gente (Marcos 6:5-7).

Físicamente obtenemos conocimiento, siempre sabiendo que esto es sólo una herramienta y no es lo que somos en esencia; espiritualmente nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, por lo que Cristo nos enseña y por el discurrir espiritual que constantemente llega a nuestras existencias. Una experiencia renovadora de manera permanente. Es el conocimiento de la verdad que nos regala libertad.

martes, 8 de julio de 2014

Celibato: ¿Eunucos por elección o concesión?

El tema del celibato, adoptado por hombres que sirven a Dios, ha generado diversas opiniones en los últimos tiempos. La Biblia nos muestra que, aunque no todos los hombres seríamos capaces de elegir ese camino,  sí, en verdad es una virtud concedida a ciertos hombres el que puedan consagrar sus vidas a servir exclusivamente a Dios sin contraer matrimonio. Los siguientes pasajes bíblicos están en el capítulo 19 del libro de Mateo, versión Reyna - Valera.
3 Entonces los fariseos se acercaron a él para probarle, diciendo:
-¿Le es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier razón?
4 El respondió y dijo:
-¿No habéis leído que el que los creó en el principio, los hizo varón y mujer? 5 Y dijo: "Por esta causa el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer; y serán los dos una sola carne." 6 Así que ya no son más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.
7 Le dijeron:
-¿Por qué, pues, mandó Moisés darle carta de divorcio y despedirla?
8 Les dijo:
-Ante vuestra dureza de corazón, Moisés os permitió divorciaros de vuestras mujeres; pero desde el principio no fue así. 9 Y os digo que cualquiera que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de fornicación, y se casa con otra, comete adulterio.
10 Le dijeron sus discípulos:
-Si así es el caso del hombre con su mujer, no conviene casarse.
11 Entonces él les dijo:
-No todos son capaces de aceptar esta palabra, sino aquellos a quienes les está concedido. 12 Porque hay eunucos que nacieron así desde el vientre de la madre, hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que puede aceptar esto, que lo acepte.

En la edad antigua u orienttal , el término eunuco se utilizaba para nombrar a los funcionarios favoritos del rey. Aquí vemos como Jesús dice que el poder aceptar no casarse le es concedido a algunos (en otras versiones bíblicas dice que es un regalo de Dios que se le concede a algunos),   y añade que hay hombres que se hacen a ellos mismos eunucos por causa del reino de los cielos, en clara alusión a aquellos hombres que prefieren y optan no conocer mujer con el fin de dedicarse a los asuntos celestiales, a los negocios de Dios. También advierte que esto no todos pueden llegar a hacerlo pero aconseja a todo aquel que pueda aceptarlo que lo haga. Está claro que aún aquellos a quienes este poder les es concedido, también han de hacer uso de su libre albedrío para tomar esa importante decisión. Cuando él dice que no todos son capaces de hacerlo, se refiere obviamente a que el hombre tiene por naturaleza la necesidad fisiológica, mental y emocional de estar acompañado. Jesús responde así a sus discípulos que dicen que no le conviene al hombre casarse si ha de tener que soportar la carga del matrimonio durante toda su vida sin tener la opción de divorciarse acogiéndose a las causas permitidas por la ley de Moisés, entonces Cristo no afirma que es conveniente no casarse, tampoco lo niega, más bien les indica que sí existen hombres que tienen esa concesión o ese poder, que pueden hacer posible el adoptar esa elección de mantenerse castos para dedicarse a Dios y cuidar a la esposa de Dios que es su iglesia. Esto es que Dios le ha concedido esa virtud a ciertos hombres. En otras palabras, los discípulos están opinando que no es fácil para el hombre lidiar con los asuntos del matrimonio sin contar con la opción de dar a la mujer carta de repudio, es decir, llegar al divorcio, si esto significa caer en adulterio. En la tradición hebrea la mujer permanecía subyugada a su marido pues este tenía la potestad de repudiarla si esta incurría en una falta, una infracción a las leyes del matrimonio o lo desobedecía de alguna manera. Jesús, en su respuesta, les dice que no todos los hombres tienen el poder de vivir sin una pareja. de lo cual se deduce que permanecer solos no es tan sencillo. Jesús lo admite al responder a sus discípulos con el ejemplo de los que se hacen voluntariamente eunucos para trabajar exclusivamente en las cosas de Dios, estos hombres recibieron ese poder del Señor, lo aceptaron y lo hicieron parte cenral de sus vidas. Ejemplos de estos casos, además de Jesús,  serían Juan el bautista y el apóstol Pablo, quienes no formaron familia sino que dedicaron sus vidas a los asuntos del Señor.

Nota: Como dice el escrito, en la antigüedad el término “eunuco”,se utilizaba para designar a los hombres de confianza de un gobernante, hombres que dedicaban sus vidas a servir al rey. Por eunuco también se entiende: un hombre castrado, también como un hombre poco viril o afeminado. Algunos reyes castraban a todos los hombres que eran destinados a cuidar a las esposas que vivían en su harén.

lunes, 7 de julio de 2014

Atesorando buenas compañías.

En ocasiones les tomamos afecto a las personas equivocadas. Incluso, es probable que terminemos depositando nuestra confianza en dichas personas, simplemente porque les tenemos afecto. Lo cierto es que no nos conviene tomar tan a la ligera el tipo de compañía que introducimos a nuestras vidas. Por el contrario, debemos amarnos a nosotros mismos de tal manera que una de las primeras medidas que tomemos debe ser el cuidar nuestra integridad física, mental y espiritual. Las personas en nuestro entorno, queramos o no, tienen influencia sobre lo que pensamos, lo que hablamos, lo que hacemos y hasta en las decisiones que tomamos. Entonces, es conveniente tener una especie de escáner con el cual escudriñar las acciones y palabras de nuestros allegados. Hay personas expertas en fingir y demostrar lo que no son, pero si prestamos atención al discurso de cada persona con la cual hablamos, nos daremos cuenta de lo que tiene en su corazón. Sí, de lo que la boca habla el corazón está lleno (Mateo 12:34; Lucas 6:45), lo dice la Biblia, es sólo cuestión de prestar atención. Tarde o temprano la boca revelará la intención del corazón, eso es inevitable. Así que presta atención a toda conversación que sostengas con los que te rodean.Otro aspecto importante son las acciones de la gente. Por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:15-20; Lucas 6:43-44), también lo dice la escritura, y esa es una verdad tan clara y sencilla como la anterior. Todos los seres humanos acostumbramos a dedicar tiempo a las cosas que nos agradan, la palabra costumbre es la clave en este asunto. Son esetipo de cosas que muchos hacen de manera automática y sin pensar. Entonces, una persona que todo el tiempo está buscando la manera de perjudicar a otros, tarde o temprano también buscará la forma de perjudicarte a ti. El que roba a otros un día intentará robarte, el que maltrata a otros en cualquier momento intentará maltratarte. En la otra cara de la moneda está la gente siempre dispuesta a apoyar las buenas causas, a aportar cosas positivas, a ayudar a los demás.
Lo más conveniente es que tomemos la decisión sabia de pasar tiempo con personas de provecho, gente que piense sana y positivamente y así lo exprese en las cosas que habla; gente dispuesta a hacer las cosas de manera diáfana y sin perjudicar a los demás, ese tipo de gente tiene un corazón tranquilo y limpio, sus intenciones son claras. No te hagas de la vista gorda, tampoco te estoy diciendo que te conviertas en juez de todos, simplemente te digo que cuides tu vida evitando tener cerca a personas dañinas y buscando dedicar tu tiempo al cultivo de las cosas sanas y positivas que brindarán calidad a tu vida.
Una última cosa. Procura no ser tú quien habla de manera negativa e inapropiada, maldiciendo, hablando mal de otros, sembrando discordia o hiriendo a otros con tus palabras; procura no ser tú quien desconsidere a los demás con tus acciones, molestando a tus vecinos con música ruidosa, dejando sucio el entorno de tu casa, engañando y robando cada vez que haces un negocio, etc. Sí, procura vigilar primero las cosas que tú mismo haces y dices, ese es el primer paso para que te conviertas en un experto en atesorar las buenas compañías. Comienza contigo mismo y conviértete en tu amigo de confianza, verás que es más fácil identificar las cosas positivas en los demás y andar con buena compañía. Sí, mira la viga de tu ojo antes de fijarte en la paja del ojo de tu vecino (Mateo 7:3-5; Lucas 6:41-42). Que tengas un buen día y que el Señor ilumine tus pensamientos.