domingo, 24 de mayo de 2020

Decirte que Dios te ama.

Si dedico parte de mi tiempo a pensar en quién creerá las palabras de fe que predico, las buenas nuevas que comparto, el bienestar que deseo transmitir a través del mensaje de salvación, es posible que invierta tiempo en algo sin sentido y al final corro el riesgo de pensar erróneamente que la gente de hoy no tiene fe, que no le importa la salvación, que no tiene temor de Dios, y otras sandeces sin importancia. Me ha sido encomendada una labor y eso es todo lo que importa, debo llevar el mensaje de salvación: decirte que Jesús murió en la cruz por ti, que el amor del Padre celestial es infinito y quiere tenerte a su lado, que el Espíritu Santo es tu consuelo verdadero y sólo espera que le concedas el permiso de entrar a tu corazón… eso es todo lo que importa. No está en mí el calcular cuántos de mis amigos y allegados aceptarán este mensaje de salvación, tampoco es mi trabajo decidir si debo predicar a extraños o conocidos, mi labor es cumplir con lo que me ha sido encomendado… decirte que el Creador te ama y desea que te arrepientas de tus pecados y aceptes a su hijo Jesucristo en tu corazón como Señor y salvador para que seas salvo por toda la eternidad.

miércoles, 6 de mayo de 2020

La ignorancia manipulada.


Algunas personas ven los relatos bíblicos como si fueran fábulas fantásticas que el hombre inventó: unos lo hacen por incredulidad, otros por temor a que todo sea verdad y deban reconocer lo lejos que están de obedecer los designios del Creador, otros porque no les interesa y muchos otros por simple ignorancia, por no poseer la capacidad mental para escudriñar y entender las escrituras. Dentro de este contexto también están los aprovechados que se escudan en la Biblia para satisfacer sus propios intereses: son mercaderes de la fe que utilizan la ignorancia del pueblo para vender a los ingenuos e ignorantes feligreses una verdad que jamás podrán comprender por ellos mismos a menos que hagan lo que dice la palabra de Dios… “¡Escudriñad las escrituras!”. Otros mercaderes de humanos utilizan la ignorancia o hasta la propia Biblia para intimidar a los hombres y hacerles creer que son menos que nada y por consiguiente no merecen verse a sí mismos como personas de valor merecedores de todo lo mejor que este mundo físico y el mundo espiritual les quiere regalar. A ti que estás leyendo y estás comprendiendo lo que te digo en este escrito, a ti te digo: a nosotros nos toca la tarea de educar al pueblo para que ellos mismos tengan un criterio que les permita encontrar el camino a la liberación. Si te conformas con interpretar las escrituras a tu manera y no contribuyes a que el pueblo las entienda y las analice desde la óptica de cada cual, entonces estarás haciendo lo mismo que hacían los fariseos, mercaderes de la fe, lo mismo que hacen los fariseos religiosos de todo tipo de secta o denominación religiosa que sólo está interesada en manipular al pueblo para aprovecharse de su ignorancia. Si crees que vas bien, sigue ese camino.