domingo, 6 de abril de 2014

Proverbios 7.

7 1 Hijo mío, guarda mis palabras
y atesora mis mandamientos dentro
de ti.
2 Guarda mis mandamientos y vivirás;
guarda mi enseñanza como a la niña de tus ojos.
3 Atalos a tus dedos;
escríbelos en la tabla de tu corazón.
4 Di a la sabiduría: "Tú eres mi hermana",
y a la inteligencia llama: "Mi pariente."
5 Te guardará de la mujer ajena,
de la extraña que halaga con sus palabras.
Las artimañas de la mujer adúltera

6 Mirando yo por la ventana de mi casa,
por entre mi celosía,
7 vi entre los ingenuos
y observé entre los jóvenes
a uno falto de entendimiento.

8 El pasaba por la plaza, cerca de la esquina,
y caminaba en dirección a la casa de ella.
9 Era al anochecer; ya oscurecía.
Sucedió en medio de la noche y en la oscuridad.
10 Y he aquí que una mujer le salió al encuentro
con vestido de prostituta y astuta de corazón.
11 Ella es alborotadora y obstinada;
sus pies no pueden estar en casa.
12 Unas veces está afuera;
otras veces por las plazas,
acechando por todas las esquinas.

13 Se prendió de él, lo besó
y descaradamente le dijo:
14 "Sacrificios de paz había prometido,
y hoy he pagado mis votos.
15 Por eso he salido a tu encuentro,
a buscarte, y te he encontrado.
16 He preparado mi cama con colchas;
la he tendido con lino de Egipto.
17 He perfumado mi cama
con mirra, áloe y canela.
18 Ven, saciémonos de caricias hasta la mañana;
deleitémonos en amores.
19 Porque el marido no está en casa;
partió para un largo viaje.
20 Llevó consigo una bolsa de dinero;
el día de la luna llena volverá a su casa."

21 Lo rindió con su mucha persuasión;
lo sedujo con la suavidad de sus labios.
22 En seguida se va tras ella,
como va el buey al matadero,
como un cordero al que lo ata;
va como un venado,
23 hasta que una flecha le atraviesa el hígado;
como el ave que se apresura a la red,
y no sabe que le costará la vida.

24 Ahora pues, hijos, oídme;
prestad atención a los dichos de mi boca.
25 No se aparte tu corazón tras sus caminos,
ni te descarríes por sus sendas.
26 Porque a muchos ha hecho caer muertos;
los que ella ha matado son innumerables.
27 Su casa está en los caminos del Seol
que descienden a las cámaras de la muerte.
Reina-Valera Actualizada, 1989.

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