Cántico a Jehovah por
la liberación
15 Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a Jehovah, diciendo:
"¡Cantaré a
Jehovah,
pues se ha enaltecido
grandemente!
¡Ha arrojado al mar
caballos y jinetes!
2 Jehovah es mi fortaleza y mi canción;
él ha sido mi
salvación.
¡Este es mi Dios! Yo
le alabaré.
¡El Dios de mi padre!
A él ensalzaré.
3 "Jehovah es un guerrero.
¡Jehovah es su
nombre!
4 Ha echado al mar los carros
y el ejército del
faraón.
Fueron hundidos en el
mar Rojo
sus mejores
oficiales.
5 Las aguas profundas los cubrieron;
descendieron como
piedra a las profundidades.
6 "Tu diestra, oh Jehovah,
ha sido majestuosa en
poder;
tu diestra, oh
Jehovah,
ha quebrantado al
enemigo.
7 Con la grandeza de tu poder has destruido a los
que se opusieron a ti;
desataste tu furor,
y los consumió como a
hojarasca.
8 Por el soplo de tu aliento
se amontonaron las
aguas;
las olas se
acumularon como un dique;
las aguas profundas
se congelaron en medio del mar.
9 Dijo el enemigo: ’Perseguiré,
tomaré prisioneros y
repartiré el botín;
mi alma se saciará de
ellos;
desenvainaré mi
espada,
y mi mano los
desalojará.’
10 Pero tú soplaste con tu aliento,
y el mar los cubrió.
Se hundieron como
plomo
en las impetuosas
aguas.
11 "¿Quién como tú, oh Jehovah, entre los dioses?
¿Quién como tú,
majestuoso en
santidad,
temible en hazañas
dignas de alabanza,
hacedor de
maravillas?
12 Extendiste tu diestra,
y la tierra los
tragó.
13 En tu misericordia guías a este pueblo que has
redimido,
y lo llevas con tu
poder a tu santa morada.
14 "Los pueblos lo oyen y tiemblan;
la angustia se
apodera de los filisteos.
15 Entonces los jefes de Edom se aterran;
los poderosos de Moab
son presas del pánico;
se abaten todos los
habitantes de Canaán.
16 Sobre ellos caen terror y espanto;
ante la grandeza de
tu brazo
enmudecen como la
piedra,
hasta que haya pasado
tu pueblo, oh Jehovah;
hasta que haya pasado
este pueblo
que tú has adquirido.
17 Tú los introducirás y los plantarás
en el monte de tu
heredad,
en el lugar que has
preparado
como tu habitación,
oh Jehovah,
en el santuario que
establecieron tus manos, oh Señor.
18 Jehovah reinará por siempre jamás."
19 Cuando la caballería del faraón entró en el mar
con sus carros y jinetes, Jehovah volvió a traer las aguas del mar sobre ellos,
mientras que los hijos de Israel caminaron en seco en medio del mar. 20 Entonces
María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las
mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21 Y María
les dirigía diciendo:
"¡Cantad a
Jehovah,
pues se ha enaltecido
grandemente!
¡Ha arrojado al mar
caballos y jinetes!"
Las aguas de Mara son
hechas dulces
22 Moisés hizo que Israel partiese del mar Rojo, y ellos se dirigieron al desierto de Shur. Caminaron tres días por el desierto, sin hallar agua, 23 y llegaron a Mara. Pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas. Por eso pusieron al lugar el nombre de Mara. 24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés diciendo:
-¿Qué hemos de beber?
25 Moisés clamó a Jehovah, y Jehovah le mostró un
árbol. Cuando él arrojó el árbol dentro de las aguas, las aguas se volvieron
dulces. Allí dio al pueblo leyes y decretos. Allí lo probó 26 diciéndole:
-Si escuchas
atentamente la voz de Jehovah tu Dios y haces lo recto ante sus ojos; si
prestas atención a sus mandamientos y guardas todas sus leyes, ninguna
enfermedad de las que envié a Egipto te enviaré a ti, porque yo soy Jehovah tu
sanador.
Jehovah envía
codornices y maná
27 Llegaron a Elim, donde había doce manantiales de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.
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