domingo, 15 de noviembre de 2020

Escuchando al Creador.

 

La  omnipotencia de Dios se manifiesta en que Él está atento al accionar del universo y escucha las peticiones de su pueblo. Dios quiere complacer a sus hijos, quiere darle todo lo que ellos le piden, pero sólo si a estos le conviene, aunque en ocasiones les concede las cosas que no les son propicia porque sus hijos piden con insistencia y eso quiere decir que no están confiando plenamente en él. Eso sucedió cuando el pueblo de Israel pidió tener un rey en vez de un hombre de Dios como dirigente… y Dios se lo concedió, aun sabiendo que con Saúl como rey no le iría tan bien a Israel.

A menudo todo lo que hace falta es saber escuchar lo que Dios nos está diciendo, abrir nuestros corazones y sentir cuál es el camino correcto, el que más nos conviene, el que Dios ha diseñado para nosotros. Pero si nos empecinamos en hacer lo que queremos y no lo que nos conviene, como ocurre con frecuencia al ser humano, posiblemente no estemos tomando la mejor decisión. Eso le ocurrió a Balaam cuando la gente de Moab fue a pedirle que maldiga a Israel y él quiso consultar a Dios una y otra vez sobre ese tema a pesar de que desde el principio el Señor le dijo que Israel era un pueblo bendito (Números, capt. 22). Debemos aprender a escuchar al Creador.

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