viernes, 17 de febrero de 2023

Cuando el hombre cuestiona a Dios.

Leer la biblia suele transportarme a lugares insospechados, como cuando leo el libro de Job y luego no puedo sólo dejarlo, sino que permanezco en el mismo estudiando y profundizando lo que considero haber entendido. Escudriñando las intervenciones de Job y sus amigos y las del Señor, entiendo que Dios nos muestra lo fútil que es nuestro cuestionamiento ante sus designios y ordenanzas, porque Job creía en él y sin embargo reclamaba que le fuera concedido cierto tipo de trato que él creía merecer por ser justo y al mismo tiempo cuestionaba si Dios estaba obrando con justicia con respecto a su caso, expresando no merecer lo que le sucedía pues sólo en su juventud había pecado y obviamente se había arrepentido. Es evidente que los muchos holocaustos y sacrificios de Job no lo libraron de la obra del Señor, pues Dios todo lo hace con un propósito divino que es desconocido para el hombre y no somos capaces de entender sus pensamientos, pero a medida que tengamos más fe en su bondad y misericordia así también veremos su accionar ante nuestros ojos y él tendrá la misericordia de dejarnos saber lo que a su juicio es necesario para que entendamos o aceptemos  con la fe puesta en él todo lo que acontece.

Verdaderamente el principio de la sabiduría es el temor a Jehovah, cuando lo hemos entendido y actuamos en consecuencia es cuando comenzamos a ser un poco sabios, porque reconocemos que siempre existirán cosas que nuestras mentes no alcanzan a comprender. Todo lo que el hombre ha alcanzado a realizar, entender y crear ha sucedido porque Dios así lo ha querido. No obstante, el ser humano sigue creyendo que puede lograr algo por sus propias fuerzas… engañándose a sí mismo y creyendo merecerlo todo. Ilusiones vanas que conducen a nada. 

 



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