jueves, 5 de diciembre de 2013

1ª Corintios. Capítulo 16.

Ofrenda para la iglesia en Jerusalén


16 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la misma manera que ordené a las iglesias de Galacia. 2 El primer día de la semana, cada uno de vosotros guarde algo en su casa, atesorando en proporción a cómo esté prosperando, para que cuando yo llegue no haya entonces que levantar ofrendas. 3 Cuando yo esté allí, enviaré a los que vosotros aprobéis por cartas, para llevar vuestro donativo a Jerusalén. 4 Y si conviene que yo también vaya, ellos irán conmigo.

Planes de Pablo y de sus compañeros


5 Iré a vosotros cuando haya pasado por Macedonia, porque por Macedonia he de pasar. 6 Puede ser que me quede con vosotros o que hasta pase allí el invierno, para que luego vosotros me encaminéis a donde deba ir. 7 Porque ahora no quiero veros de paso, sino que espero quedarme algún tiempo con vosotros, si el Señor lo permite. 8 Pero me quedaré en Efeso hasta Pentecostés; 9 porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, y hay muchos adversarios.

10 Si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros sin temor; porque él trabaja en la obra del Señor, igual que yo. 11 Por tanto, nadie le tenga en poco; más bien, encaminadlo en paz para que venga a mí, porque le espero con los hermanos.

12 Acerca del hermano Apolos, le animé mucho a que fuera a vosotros con los hermanos; pero de ninguna manera había voluntad para ir ahora. Sin embargo, irá cuando tenga oportunidad.

Exhortaciones y saludos


13 Vigilad; estad firmes en la fe; sed valientes y esforzaos. 14 Todas vuestras cosas sean hechas con amor. 15 Hermanos, sabéis que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya y que se han dedicado al servicio de los santos; os ruego 16 que vosotros os sujetéis a los tales y a todos los que colaboran y trabajan arduamente.

17 Me alegro de la venida de Estéfanas, Fortunato y Acaico, porque éstos suplieron lo que me faltaba de vuestra parte; 18 porque tranquilizaron mi espíritu y el vuestro. Reconoced, pues, a los tales.

19 Os saludan las iglesias de Asia. Aquilas y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. 20 Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con un beso santo.

21 La salutación de mi mano: Pablo.

22 Si alguno no ama al Señor, sea anatema. ¡Maranatha! 23 La gracia del Señor Jesús sea con todos vosotros. 24 Mi amor sea con todos vosotros en Cristo Jesús. Amén.


Reina-Valera Actualizada, 1989.

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