miércoles, 4 de diciembre de 2013

2ª Corintios. Capítulo 13.

Amonestaciones


13 Esta es la tercera vez que voy a vosotros. Por la boca de dos o tres testigos se decidirá todo asunto. 2 Lo he dicho antes, cuando estaba presente en mi segundo viaje; y ahora que estoy ausente, también lo repito a los que antes han pecado y a todos los demás: que si voy otra vez, no seré indulgente, 3 puesto que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí. Y él no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros. 4 Porque fue crucificado en debilidad, pero vive por el poder de Dios. Pues nosotros también somos débiles en él, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.

5 Examinaos a vosotros mismos para ver si estáis firmes en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no conocéis en cuanto a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que ya estéis reprobados? 6 Pero espero que reconozcáis que nosotros no estamos reprobados. 7 Y oramos a Dios que no hagáis nada malo; no para que nosotros luzcamos como aprobados, sino para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros quedemos como reprobados. 8 Porque no podemos nada contra la verdad, sino a favor de la verdad. 9 Por eso nos gozamos en que nosotros seamos débiles y que vosotros seáis fuertes. Y esto pedimos: vuestra madurez. 10 Por tanto, os escribo esto estando ausente, para que estando presente no use de dureza conforme a la autoridad que el Señor me ha dado para edificación y no para destrucción.

Conclusión


11 En cuanto a lo demás, hermanos, regocijaos. Sed maduros; sed confortados; sed de un mismo sentir. Vivid en paz, y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.

12 Saludaos unos a otros con un beso santo. 13 Todos los santos os saludan.

14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.


Reina-Valera Actualizada, 1989.

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