jueves, 20 de noviembre de 2014

El hombre posmodernista de un mundo esclavista.

La mujer y el hombre del siglo XXI se han caracterizado por rendirse a los designios mercantiles de la sociedad. Es tal el estado de sumisión al que voluntariamente se someten que han llegado al extremo de perder los anhelos de pensar en libertad. Se conforman con pensar lo que los medios les indican que deben pensar. Es igual con todo: usan la ropa que les impone la sociedad comercial, consumen las bebidas y comidas que tienen más anuncios publicitarios, hasta procuran ser amigos de las personas que están más expuestos, pues eso podría garantizarles que los demás van a fijarse en ellos.
En occidente podemos rastrear los orígenes del pensamiento del hombre civilizado hasta los griegos. La filosofía griega representa el inicio escrito de un tipo de pensamiento orientado hacia la búsqueda del bien de la humanidad. Mucho tiempo antes de los inicios de la filosofía griega, el hombre primitivo luchaba hasta el último momento por no ser sometido a la esclavitud. Se cree que muchas tribus y razas humanas desaparecieron por esa causa. Sin embargo el hombre de hoy no parece estar interesado en ejercer su derecho a pensar en libertad y mucho menos a librarse de la esclavitud que representa el estar acorde con los últimos designios de la sociedad mercantilista que prevalece en la mayoría de los países del mundo. Como consecuencia de esto, casi no se escucha a los seres humanos hablar de temas y preguntas que antes eran tan comunes como: ¿tiene el hombre una misión en la vida?; ¿cómo puedo contribuir a que la humanidad viva mejor?; ¿afectan mis acciones a las vidas de mis semejantes o soy un ser que puede vivir aislado de los demás…? En vez de ese tipo de preguntas existencialistas, otras preguntas son las más frecuentes hoy en día, especialmente entre nuestra juventud: ¿qué ropa me pondré esta noche para irme a beber alcohol con mis amigos?; ¿cómo conseguiré dinero para comprarme el último celular que salió al mercado?; ¿cuáles son las marcas de zapatos y carteras que más se usan, para yo comprármelos?Esa es la esclavitud moderna. Hace mucho que los poderosos del planeta entendieron que les salía más caro el mantener granjas llenas de esclavos a quienes había que alimentar, vestir, y pagarles a un capataz para que les dé latigazos. Eso, entendieron ellos, era un gasto innecesario, y el tiempo les ha dado la razón. Hoy los esclavos posmodernistas trabajan por dos centavos, cinco días a la semana, a veces seis, cumplen un horario de ocho de la mañana a seis de la tarde, tienen que pagarse su propia renta, costear sus medicinas y consultas médicas, y comprarse sus alimentos. Sí, los esclavistas salieron ganando. Encima de eso, los controles del capitalismo vieron que todo era beneficioso para sus cuentas bancarias y añadieron lo siguiente: fabrican un celular nuevo cada dos meses y, aunque no le cambien gran cosa de lo que tenía el anterior, inician una agresiva campaña publicitaria para que sus esclavos les devuelvan el dinero que con tanto sacrificio ganaron, y se desesperen por adquirir la nueva mercancía; inducen a sus esclavos a creer que sólo pueden verse bien vestidos si compran la ropa cara que ellos venden y les hacen creer que estar a la moda es el sentido de la buena vida; tienen drogas ilegales favoritas a las cuales suben el precio a su antojo para que sus esclavos también tengan la opción de drogarse costosamente; crean todo tipo de loterías y juegos de azar como forma de hacer a sus esclavos gastar el dinero que obtienen trabajando, que no puedan guardar un centavo, y muchomenos invertir en su propio desarrollo. Entre otras medidas que implementan según la temporada y que los esclavos posmodernistas aplauden con júbilo.
Hay un camino que libera de la esclavitud, un camino que no te cuesta nada seguir pero te rinde múltiples beneficios, principalmente te regala la vida eterna y te ayuda a vivir en este plano material sin penas ni sufrimientos, porque te confiere la libertad que te da felicidad. Ese camino se llama Jesucristo. Te invito a conocerlo, Él es la Verdad, y representa el sentido perfecto de la vida. Conoce la verdad y ella te hará libre para siempre (Juan 8:31-32).

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