martes, 18 de noviembre de 2014

Hablemos de las Buenas Nuevas.

La gente dice no querer que haya tanta maldad en la Tierra. Se alarman y se golpean en el pecho cada vez que escuchan las atrocidades que ocurren diariamente, pero no hacen lo suficiente para contribuir a que las cosas buenas sucedan. Y aún si se enteran de que las cosas buenas han sucedido, la mayoría de las veces no se encargan de compartir esas noticias buenas con sus relacionados y amigos. Prefieren, en muchos casos, hablar de las cosas negativas, supuestamente asombrados de cómo la maldad se incrementa en el mundo. Hablan de un hijo que maltrató a sus padres, pero no mencionan los miles de hijos que aman y cuidan a sus progenitores con mucho amor; se escandalizan por una negligencia médica de la cual se enteraron, pero no comentan todos los días de los miles de médicos y enfermeras que arriesgan sus vidas trabajando en países azotados por terribles epidemias. Algunos se divierten propagando el morbo, otros  son víctimas de la ignorancia, y los hay indiferentes, a quienes no les importa reflexionar acerca de las cosas que hablan y comparten con los demás.
Vamos a esparcir las Buenas Nuevas: Dios es amor, Cristo resucitó y venció al mundo, los hijos que honran a sus padres tienen una vida larga y próspera en la Tierra… Hablemos de las cosas buenas. Cristo te ama. 

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