Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
jueves, 16 de enero de 2014
Oseas. Capítulo 6.
Llamado a la auténtica consagración
6 ¡Venid y volvámonos a Jehovah! Porque él arrebató, pero nos sanará; él hirió, pero nos vendará. 2 El nos dará vida después de dos días; al tercer día nos levantará, y viviremos delante de él. 3 Conozcamos y persistamos en conocer a Jehovah. Segura como el alba será su salida; vendrá a nosotros como la lluvia; como la lluvia tardía, regará la tierra.
4 "¿Qué haré contigo, oh Efraín? ¿Qué haré contigo, oh Judá? Vuestra lealtad es como la nube de la mañana y como el rocío que muy temprano se desvanece. 5 Por esta razón yo los despedazaré por medio de los profetas; los mataré con los dichos de mi boca, y mi juicio saldrá como la luz. 6 Porque misericordia quiero yo, y no sacrificios; y conocimiento de Dios, más que holocaustos.
Pecados pasados y actuales de Israel
7 "Pero ellos violaron el pacto, cual Adán. Allí me traicionaron. 8 Galaad es una ciudad de malhechores, y sus huellas son de sangre. 9 Como se esconden los merodeadores, así se esconden los sacerdotes. Asesinan en el camino de Siquem; ciertamente hicieron infamia. 10 En la casa de Israel he visto algo horrible. Allí se prostituyó Efraín; se contaminó Israel. 11 También para ti, oh Judá, está preparada una cosecha.
"Cuando yo restaure de la cautividad a mi pueblo,
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