Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
jueves, 16 de enero de 2014
Oseas. Capítulo 7.
7 1 cuando yo cure a Israel, se pondrá al descubierto la iniquidad de Efraín y las maldades de Samaria; porque obran con engaño. Mientras el ladrón se mete adentro, la pandilla despoja afuera, 2 y no consideran en su corazón que yo mantengo el recuerdo de toda su maldad. ¡Ahora los tienen cercados sus propias acciones; están delante de mí!
3 "Con su maldad alegran al rey, y a los gobernantes con sus mentiras. 4 Todos ellos son adúlteros. Son como un horno encendido por el panadero que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que esté leudada. 5 En el día de nuestro rey, los gobernantes se enfermaron con el calor del vino; y él extendió su mano a los burladores. 6 Porque como un horno aplican su corazón a planear intrigas: Toda la noche dormita el furor de ellos, y al amanecer arde como llama de fuego. 7 Todos ellos arden como un horno y devoran a sus jueces. Todos sus reyes han caído; no hay entre ellos quien me invoque.
8 "Efraín se mezcla con los pueblos; Efraín es como una torta a la cual no se le ha dado la vuelta. 9 Los extraños han devorado sus fuerzas, pero él no se da cuenta. Aun las canas se han esparcido sobre él, pero él no se da cuenta. 10 La soberbia de Israel testifica contra él en su propia cara. Con todo eso, no se ha vuelto a Jehovah su Dios, ni lo ha buscado. 11 Efraín ha sido como una paloma, incauto y sin entendimiento, llamando a Egipto y acudiendo a Asiria. 12 Cuando vayan, extenderé sobre ellos mi red y los haré caer como aves del cielo. Los atraparé al escuchar su ruido de bandada en descenso. 13 ¡Ay de ellos, porque se apartaron de mí! ¡Destrucción sobre ellos, porque contra mí se rebelaron! Yo los redimiría, pero ellos hablan mentiras contra mí, 14 y no claman a mí en sus corazones cuando gimen en sus camas. Por el trigo y el vino se amotinan y se rebelan contra mí. 15 Y aunque les instruí y fortalecí sus brazos, ellos traman el mal contra mí. 16 Se vuelven, pero no al Altísimo. Son como arco que falla. Sus dirigentes caerán a espada por la furia de su lengua. Esto será su escarnio en la tierra de Egipto.
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