La corrupción general
7 ¡Ay de mí! ¡He venido a ser como los últimos
frutos del verano, como el rebusco después de la vendimia! Ya no queda racimo
que comer; mi alma desea los primeros higos. 2 El piadoso ha
desaparecido de la tierra; no hay ni uno que sea recto entre los hombres. Cada
cual acecha la vida; cada cual caza a su prójimo con una red. 3 Han
adiestrado sus manos para hacer el mal: El gobernante exige, el juez juzga por
soborno y el poderoso habla según el antojo de su alma; y así lo retuercen. 4
El mejor de ellos es como la espina; el más correcto de ellos es como
zarzal. ¡Ay de tus centinelas, pues tu castigo ha venido! ¡Ahora será su
confusión! 5 No creáis en el amigo; no esperéis en el compañero.
Cuídate de la que duerme en tu seno; guarda también tu boca. 6 Porque
el hijo trata con desdén a su padre, la hija se levanta contra la madre, la
nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.
7 Pero yo miraré a Jehovah; esperaré en el Dios de
mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
Israel volverá a su
tierra
8 Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí, me
levantaré. Aunque yo habite en tinieblas, Jehovah será mi luz. 9 Porque
pequé contra Jehovah, soportaré su ira, hasta que él juzgue mi causa y me haga
justicia. El me sacará a la luz, y yo veré su justicia.
10 Mi enemiga
lo verá, y la que me decía: "¿Dónde está tu Dios?" se cubrirá de
vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el lodo de la calle!
11 Viene el día en que se edificarán tus muros. En
aquel día se ampliarán tus límites; 12 en aquel día vendrán a ti
desde Asiria y las ciudades de Egipto y desde Egipto hasta el Río, de mar a mar
y de montaña a montaña. 13 Y la tierra llegará a ser una desolación
por causa de sus moradores, como fruto de sus obras.
14 Apacienta a tu pueblo con tu cayado, al rebaño de
tu posesión que habita solitario en medio del bosque del Carmelo. Apacentarán
sus rebaños en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos. 15 "Yo
les mostraré maravillas como en el día en que saliste de la tierra de
Egipto." 16 Las naciones lo verán, y quedarán confundidas a
causa de todo el poder de ellos. Se pondrán la mano sobre la boca, y sus oídos
se ensordecerán. 17 Lamerán el polvo como la culebra, como los
reptiles de la tierra. Saldrán temblando desde sus encierros; tendrán pánico de
Jehovah nuestro Dios y tendrán miedo de ti.
Alabanza al Dios de
misericordia
18 ¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado
del remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo, porque él se
complace en la misericordia. 19 Volverá a compadecerse de nosotros.
Pisoteará nuestras iniquidades y echará nuestros pecados en las profundidades
del mar. 20 Concederás la verdad a Jacob y a Abraham la lealtad que
juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.
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