miércoles, 15 de enero de 2014

Miqueas. Capítulo 6.



Pleito de Jehovah con su pueblo

6 Oíd, por favor, lo que dice Jehovah: "¡Levántate, pleitea junto a los montes, y que oigan las colinas tu voz! 2 Oíd, oh montes, el pleito de Jehovah, vosotros los poderosos fundamentos de la tierra; porque Jehovah tiene pleito con su pueblo y contenderá con Israel.
3 "Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he agobiado? ¡Responde contra mí! 4 Yo te hice subir de la tierra de Egipto. De la casa de esclavitud te redimí y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María. 5 Recuerda, oh pueblo mío, qué maquinó Balac, rey de Moab, y qué le respondió Balaam hijo de Beor desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas los actos de justicia de Jehovah."
6 ¿Con qué me presentaré a Jehovah y me postraré ante el Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 7 ¿Aceptará Jehovah millares de carneros o miríadas de arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma?
8 ¡Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno! ¿Qué requiere de ti Jehovah? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios.
9 Escucha, oh tribu: La voz de Jehovah proclamará a la ciudad, y él salvará a los que temen su nombre, a quienes aún congregará. 10 "¿Hay aún en la casa del impío tesoros de impiedad y medida escasa que es detestable? 11 ¿He de justificar las balanzas de impiedad y la bolsa de pesas fraudulentas, 12 con las cuales sus ricos se han llenado de explotación? Sus habitantes han hablado mentiras, y su lengua es engañosa en su boca. 13 Pues yo también he comenzado a golpearte y a arruinarte por tus pecados. 14 Tú comerás, pero no te saciarás; y el abatimiento estará en medio de ti. Recogerás, pero no lo conservarás; y lo que logres conservar yo lo entregaré a la espada. 15 Tú sembrarás, pero no cosecharás. Tú prensarás olivas, pero no te ungirás con el aceite; y uvas, pero no beberás del vino. 16 Guardarás los mandamientos de Omri y toda la obra de la casa de Acab. Según el consejo de ellos andarás, para que yo te entregue a la ruina, y a tus habitantes a la rechifla. Por tanto, sufriréis la afrenta de mi pueblo."

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