miércoles, 15 de enero de 2014

El libro del profeta Jonás. Capítulo 1.

El Libro del Profeta

Jonás

 


Jonás huye de su misión


1 La palabra de Jehovah vino a Jonás hijo de Amitai, diciendo: 2 "Levántate y vé a Nínive, la gran ciudad, y predica contra ella; porque su maldad ha subido a mi presencia."

3 Entonces Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehovah a Tarsis. Descendió a Jope y halló un barco que iba a Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia de Jehovah. 4 Pero Jehovah lanzó un gran viento sobre el mar, y se produjo una enorme tempestad, de manera que el barco estaba a punto de romperse. 5 Los marineros tuvieron miedo, y cada uno invocaba a su dios. Y echaron al mar el cargamento que había en el barco, para aligerarlo. Pero Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y se había quedado profundamente dormido. 6 El capitán del barco se acercó a Jonás y le dijo:

-¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate e invoca a tu dios! Quizás él se fije en nosotros, y no perezcamos.

7 Entonces se dijeron unos a otros:

-¡Venid y echemos suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal!

Echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás. 8 Entonces le dijeron:

-Decláranos por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿Qué oficio tienes y de dónde vienes? ¿Cuál es tu país, y de qué pueblo eres?

9 El respondió:

-Soy hebreo y temo a Jehovah, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.

10 Aquellos hombres temieron muchísimo y le preguntaron:

-¿Por qué has hecho esto?

Pues entendieron que huía de la presencia de Jehovah, ya que él se lo había declarado. 11 Y le preguntaron:

-¿Qué haremos contigo para que el mar se nos calme?

Porque el mar se embravecía más y más. 12 Y él respondió:

-Levantadme y echadme al mar, y se os calmará; pues yo sé que por mi causa os ha sobrevenido esta gran tempestad.

13 Aquellos hombres remaban para hacer volver el barco a tierra, pero no pudieron, porque el mar se embravecía cada vez más. 14 Entonces clamaron a Jehovah diciendo:

-¡Oh Jehovah, por favor, no perezcamos nosotros por la vida de este hombre! No nos hagas responsables de sangre inocente, porque tú, oh Jehovah, has hecho como has querido.

15 Entonces levantaron a Jonás y lo echaron al mar, y el mar cesó de su furia. 16 Y aquellos hombres temieron grandemente a Jehovah; le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos.

17 Pero Jehovah dispuso un gran pez que se tragase a Jonás. Y éste estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.

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