miércoles, 12 de marzo de 2014

Ezequiel. Capítulo 19.

Lamento por los gobernantes 19 "Entona tú un lamento por los gobernantes de Israel, 2 y di: " ’¡Qué madre la tuya! Era una leona en medio de los leones. Tendida entre los leoncillos criaba sus cachorros. 3 Enalteció a uno de sus cachorros, el cual se hizo león. Aprendió a arrebatar la presa y devoró hombres. 4 Las naciones oyeron de él, y fue cazado en la trampa de ellas. Y lo llevaron con ganchos a la tierra de Egipto. 5 " ’Al ver que había aguardado demasiado, y que se había perdido su esperanza, tomó a otro de sus cachorros y lo puso por león. 6 El merodeaba entre los leones y se hizo león. Aprendió a arrebatar la presa y devoró hombres. 7 Arruinó sus palacios y asoló sus ciudades. Quedó desolada la tierra y su plenitud a causa del ruido de sus rugidos. 8 Entonces arremetieron contra él las gentes de las provincias de alrededor. Extendieron sobre él su red, y fue cazado en la trampa de ellas. 9 Con ganchos lo pusieron en una jaula y lo llevaron al rey de Babilonia. Lo metieron en la prisión, para que su voz ya no fuese oída sobre los montes de Israel. 10 " ’Tu madre era como una vid en tu viña plantada junto a las aguas. Era fructífera y llena de ramas a causa de la abundancia de aguas. 11 Ella tenía varas fuertes para cetros de gobernantes. Se elevó su estatura hasta las nubes; se hizo visible por su altura y por la abundancia de sus ramas. 12 Pero con ira fue arrancada y derribada a tierra. El viento del oriente secó su fruto; sus varas fuertes fueron quebradas y se secaron. El fuego las consumió. 13 Ahora está transplantada en el desierto, en una tierra reseca y sedienta. 14 Y ha salido fuego de la vara de sus renuevos, el cual consumió su fruto. En ella no ha quedado una vara fuerte, un cetro para gobernar.’ " Este es un lamento, y como lamento servirá.

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