Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
lunes, 24 de marzo de 2014
Isaías 39.
Ezequías y la embajada de Babilonia a [ a Ver 2 Rey. 20:12-20; comp. 2 Crón. 32:31]
39 En aquel tiempo Merodac-baladán b [ b O: Marduc-baladán] hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías, porque había oído que había estado enfermo y que se había restablecido. 2 Ezequías se alegró por ellos y les mostró la casa de sus tesoros: la plata, el oro, los perfumes y los ungüentos finos, toda su armería y todo lo que había en sus depósitos. No hubo cosa que Ezequías no les mostrase, en su casa y en todos sus dominios. 3 Entonces el profeta Isaías fue al rey Ezequías y le preguntó:
-¿Qué dijeron aquellos hombres, y de dónde vinieron a ti?
Ezequías respondió:
-Han venido a mí de un país lejano, de Babilonia.
4 El preguntó:
-¿Qué han visto en tu casa?
Y Ezequías respondió:
-Han visto todo lo que hay en mi casa; nada hay en mis depósitos que no les haya mostrado.
5 Entonces Isaías dijo a Ezequías:
-Escucha la palabra de Jehovah de los Ejércitos: 6 "He aquí, vienen días en que todo lo que hay en tu casa, lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia. No quedará nada, ha dicho Jehovah. 7 Y de tus hijos que procederán de ti, que tú habrás engendrado, tomarán para que sean eunucos c [ c Otra trad., funcionarios] en el palacio del rey de Babilonia."
8 Ezequías dijo a Isaías:
-La palabra de Jehovah que has hablado es buena.
Porque pensó: "En mis días habrá paz y estabilidad".
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