Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Libro de las Lamentaciones. Capítulo 1.
El Libro de las
Lamentaciones
Primera lamentación
a Alef
1 1 ¡Cómo está sentada solitaria
la ciudad populosa!
Se ha vuelto como viuda
la grande entre las naciones.
La señora de las provincias
ha sido hecha tributaria.
b Bet
2 Amargamente llora en la noche;
sus lágrimas están en sus mejillas.
No hay quien la consuele entre todos sus amantes.
Todos sus amigos la traicionaron;
se le volvieron enemigos.
g Guímel
3 En cautiverio ha ido Judá, sujeta a la aflicción y a la dura servidumbre.
Ella habita entre las naciones y no halla descanso.
Todos sus perseguidores la alcanzaron en medio de las aflicciones.
d Dálet
4 Los caminos de Sion están de duelo
por no haber quien vaya a las solemnidades.
Todos sus porteros están atónitos,
y gimen sus sacerdotes.
Sus vírgenes están afligidas,
y ella tiene amargura.
h Hei
5 Han venido a ser cabeza sus adversarios; los que la aborrecen viven tranquilos,
porque Jehovah la afligió
por la multitud de sus rebeliones.
Sus pequeños han ido en cautividad delante del adversario.
w Vav
6 Ha desaparecido de la hija de Sion todo su esplendor.
Sus gobernantes han venido a ser como venados que no hallan pasto,
y anduvieron sin fuerzas delante del perseguidor.
z Zayin
7 Se acuerda Jerusalén de los días de su aflicción y desamparo,
de todos sus preciosos tesoros que tenía desde tiempos antiguos.
Cuando su pueblo cayó en manos del adversario, no hubo quien la auxiliase.
La vieron sus adversarios y se rieron de su final.
j Jet
8 Gran pecado ha cometido Jerusalén,
por lo cual ha llegado a ser cosa inmunda.
Todos los que la honraban la desprecian, porque han mirado su desnudez.
Ella también suspira y se vuelve atrás.
f Tet
9 Su inmundicia está en sus faldas;
no tuvo en cuenta su final.
Asombrosamente fue traída abajo
y no hay quien la consuele.
"Mira, oh Jehovah, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido."
y Yod
10 Su mano extendió el adversario a todas sus cosas preciosas,
cuando ella vio entrar en su santuario a las gentes,
de quienes mandaste que no entrasen en tu congregación.
k Kaf
11 Todo su pueblo busca el pan suspirando.
Dieron todas sus cosas preciosas por la comida para recobrar la vida.
"¡Mira, oh Jehovah, y ve que he sido despreciada!
l Lámed
12 "¿No os importa a vosotros, todos los que pasáis por el camino?
Mirad y ved si hay dolor como el dolor que me ha sobrevenido
y con el cual Jehovah me ha angustiado en el día de su ardiente ira.
m Mem
13 "Desde lo alto envió fuego y lo hizo penetrar a mis huesos.
Ha extendido una red a mis pies y me hizo volver atrás.
Me dejó desolada, dolorida todo el día.
n Nun
14 "Atado está el yugo de mis rebeliones; por su mano han sido amarradas.
Subieron sobre mi cuello; el Señor ha hecho decaer mis fuerzas.
Me ha entregado en manos contra las cuales no podré prevalecer.
s Sámej
15 "Ha rechazado el Señor a todos mis valientes en medio de mí.
Contra mí convocó una asamblea para quebrantar a mis jóvenes.
El Señor ha pisado como en un lagar a la virgen hija de Judá.
[ Ayin
16 "Por estas cosas lloro; mis ojos, mis ojos se desbordan en lágrimas;
porque se ha alejado de mí el consolador que restaura mi alma.
Mis hijos están desolados, porque ha prevalecido el enemigo."
p Pe
17 Extiende Sion las manos, y no hay quien la consuele.
Jehovah ha dado mandamiento contra Jacob, que sus adversarios lo rodeen.
Entre ellos Jerusalén ha sido hecha inmunda.
x Tsade
18 "Justo es Jehovah, aunque yo me rebelé contra su palabra.
Oíd, pues, todos los pueblos, y ved mi dolor:
Mis vírgenes y mis jóvenes han ido en cautividad.
q Qof
19 "Llamé a mis amantes, pero ellos me decepcionaron.
Mis sacerdotes y mis ancianos perecieron en la ciudad,
aunque buscaron para sí comida para recobrar la vida.
r Resh
20 "Mira, oh Jehovah, que estoy angustiada; mis entrañas hierven.
Mi corazón está trastornado dentro de mí, porque me rebelé en gran manera.
En la calle la espada priva de hijos;
en la casa es como la muerte.
` Shin
21 "Oyen cómo gimo, y no hay quien me consuele.
Todos mis enemigos han oído de mi desgracia y se han alegrado de que tú lo hayas hecho.
¡Haz que llegue el día que has proclamado, y sean ellos como yo!
t Tav
22 "Venga ante tu presencia toda la maldad de ellos,
y trátales como me has tratado a mí por todas mis rebeliones.
Porque mis suspiros son muchos,
y mi corazón está enfermo".
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