Aquel que anhele ser grande en el Reino de Dios ha de servir a sus hermanos aquí en la Tierra.
martes, 18 de marzo de 2014
Jeremías. Capítulo 20.
20 Entonces el sacerdote Pasjur hijo de Imer, que era funcionario en la casa de Jehovah, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras. 2 Y golpeó Pasjur al profeta Jeremías y le puso en el cepo de la puerta superior de Benjamín, al lado de la casa de Jehovah.
3 Sucedió al día siguiente que Pasjur sacó a Jeremías del cepo. Y Jeremías le dijo: "Jehovah no ha llamado tu nombre Pasjur, sino Magor-misabib. 4 Porque así ha dicho Jehovah: ’He aquí, yo te convertiré en terror a ti, y a todos tus amigos. Caerán ante la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán. Y a todo Judá entregaré en mano del rey de Babilonia. El los transportará a Babilonia y los herirá a espada. 5 Asimismo, entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todo el producto de su labor y todas sus cosas preciosas. Todos los tesoros de los reyes de Judá entregaré en mano de sus enemigos. Los saquearán y los tomarán, y los llevarán a Babilonia. 6 Y tú, Pasjur, y todos los que viven en tu casa, iréis cautivos. Entrarás en Babilonia, y allí morirás. Allá seréis sepultados tú y todos tus amigos a los cuales has profetizado con engaño.’ "
Salmo de Jeremías
7 Tú me has persuadido, oh Jehovah,
y yo fui persuadido.
Fuiste más fuerte que yo,
y has prevalecido.
Todo el día he sido objeto de risa;
cada cual se burla de mí.
8 Porque cada vez que hablo, grito;
proclamo: "¡Violencia y destrucción!"
Pues la palabra de Jehovah me ha sido afrenta y escarnio todo el día.
9 Digo: "No me acordaré más de él,
ni hablaré más en su nombre."
Pero hay en mi corazón como un fuego ardiente, apresado en mis huesos.
Me canso de contenerlo y no puedo.
10 He oído la calumnia de muchos:
"¡El terror está por todas partes!
¡Denunciadlo, y denunciémoslo!"
Todos mis hombres de confianza aguardan mi tropiezo.
Dicen: "Quizás sea persuadido,
y prevalezcamos contra él
y tomemos de él venganza."
11 Pero Jehovah está conmigo
como poderoso adalid.
Por eso los que me persiguen
tropezarán y no prevalecerán.
Serán avergonzados en gran manera,
porque no prosperarán.
Tendrán perpetua afrenta,
que jamás será olvidada.
12 Oh Jehovah de los Ejércitos,
que escudriñas a los justos
y ves la conciencia y el corazón,
deja que yo vea tu venganza contra ellos;
porque ante ti he expuesto mi causa.
13 Cantad a Jehovah, alabad a Jehovah,
porque ha librado el alma del necesitado
de la mano de los malhechores.
14 Maldito sea el día en que nací;
no sea bendito el día
en que mi madre me dio a luz.
15 Maldito el hombre que dio a mi padre las nuevas, diciendo:
"Un hijo varón te ha nacido",
causándole mucha alegría.
16 Sea tal hombre como las ciudades
que Jehovah desoló sin misericordia.
Oiga alarma de mañana
y gritos de guerra a mediodía;
17 porque no me hizo morir en el vientre.
Así mi madre hubiera sido mi tumba;
su vientre hubiera quedado encinta para siempre.
18 ¿Para qué salí del vientre?
¿Para ver sufrimiento y tormento?
¿Para que mis días se consuman en vergüenza?
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